El gobierno brasileño informó el martes, un día después que Venezuela fuera declarada en default selectivo, que intenta negociar con Caracas el pago de una deuda atrasada de 262 millones de dólares en créditos a la exportación garantizados por el Estado.
«Existe una cuota atrasada referente a septiembre por un valor de 262 millones de dólares (…). El Ministerio de Hacienda, en su carácter de garante de las operaciones de crédito a las exportaciones, ha accionado los canales oficiales de comunicación con el gobierno de Venezuela para asegurar la regularización de las operaciones atrasadas», indicó en un email la cartera económica, en respuesta a una consulta de la AFP.
El atraso de Venezuela se registró en el ámbito del CCR (Convenio de Pagos de Créditos Recíprocos de la Aladi), un mecanismo de compensaciones entre Bancos Centrales para facilitar el comercio regional.
El CCR analiza cada cuatro meses todas las operaciones realizadas y luego cada banco central debe transferir o recibir fondos de sus pares, dependiendo de si su saldo fue deficitario o superavitario.
«El Banco Central brasileño posee títulos que deben ser honrados por el Banco Central venezolano, sin distinción de origen», señaló la cartera que conduce Henrique Meirelles.
El ministerio no informa el nombre de los agentes financieros involucrados, que disponen de un seguro para garantizar con fondos públicos que cobrarán su deuda en caso de incumplimiento.
Hasta el momento, no se efectivizó ninguna indemnización por el atraso, que fue denunciado por uno de los bancos que contrató el seguro y que condujo al gobierno brasileño a reportar el incidente ante el Club de París en septiembre, cuando la demora era de apenas unos días.
Según las normativas de esa organización dedicada a recuperar deuda pública en dificultades, a la que el gigante sudamericano ingresó el año pasado, todos los miembros deben informar de inmediato sobre problemas para cobrar sus acreencias.
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