Reflexiones en Positivo – Sin producción siguen los conflictos

En las noticias del día a día me informé con beneplácito que se había llegado a un acuerdo con las autoridades gubernamentales a nivel nacional para establecer un precio a puerta de corral, matadero, distribución y por ultimo en carnicerías, del ganado vacuno; mas la noticia me llena de preocupación porque aunque no lo quiera creer y entender el gobierno, el público consumidor, que en su mayoría son empleados y obreros públicos y privados, tienen muy poca capacidad para adquirir la carne a esos precios regulados.
En lo personal considero que sería positivo afirmar que el precio de la carne en los países vecinos está dolarizada y por eso se podría estar comercializando ganado venezolano hacia otros países, mas por el conocimiento que tengo cuando se devalúa una moneda tiene como finalidad estimular la producción y la competitividad con los países de mayor capacidad adquisitiva es decir, con moneda más fuerte.
No quiero en este momento referirme al dólar como patrón monetario ni justificar de ninguna forma la dolarización de la economía, sino al precio del consumo de gasolina dentro del territorio nacional, es decir: si un kilo de carne pasa a ser evaluado con criterio de moneda extranjera, el litro de gasolina debe tener el precio internacional para todo el mundo y ahí esta mi interrogante: ¿Son los indios del Amazonas, del Delta Amacuro, de Bolívar, los altos consumidores de gasolina?, ¿son los ocupantes de los barrios periféricos de las ciudades los poseedores de los carros de alto consumo? Ese despilfarro de dinero en regalos al consumo de gasolina no alcanzará para balancear los sueldos y salarios ni para tener acceso a la compra de la carne a precio justo.
Mas allá de ello no sé cuando se dice carne de novillo o carne de vaca, a qué tipo de novillo o a qué tipo de vaca se refiere serán toros de más de 400 kilos o vacas de cinco partos. En una Venezuela donde el celular ha estandarizado los precios, los pueblos y caseríos de Venezuela tendrán que pagar por un kilo de carne de vaca vieja al precio de un kg de carne de matadero industrial clasificada como de primera.
Reflexionando en positivo realmente considero que el problema no es el precio de la carne; el problema real es la inseguridad jurídica de la tenencia de la propiedad privada, es decir, de la tierra y sus animales. Eso no lo vi en ninguna noticia como prioridad para invertir, ni para producir ganado para abastecer el mercado interno y exportarse.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país