Con la Asamblea Nacional Constituyente que montó el Gobierno dándole poderes plenipotenciarios, se ha instalado un régimen déspota con carácter de dictadura al igual que tiranías que han existido en otras latitudes.
Así lo expresó el Dr. Enrique Falcón Sánchez, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Central de Venezuela, entrevistado telefónicamente por EL IMPULSO.
Cuando se le consultó sobre las diversas actuaciones de la Constituyente, especialmente la destitución de la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, el nombramiento de la comisión de la verdad, la elaboración de leyes y últimamente sobre la decisión de anular la inmunidad parlamentaria al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, el Dr. Falcón manifestó que todos esos procedimientos fueron hechos violentando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes.
Definitivamente, dijo, no tenemos orden constituyente.
-¿Cómo podría calificar lo que está ocurriendo en el país cuando el Presidente de la República indica lo que tiene que hacer esa Constituyente?
– Tenemos un régimen que funciona simplemente a voluntad personal de los que están en el poder. La llamada Asamblea Nacional Constituyente, en primer lugar no fue consultada al pueblo para efectuarla o no; y en segundo lugar, fue constituida por el propio Ejecutivo Nacional para que actuara. Simplemente, es un parapeto inventado al margen de la Constitución, que pretende darle juridicidad y constitucionalidad al régimen. Como se supone que la Constituyente concentra todos los poderes, hace lo que le dicta el Ejecutivo Nacional. Tenemos, entonces, un régimen despótico con forma de dictadura constituyente. Hace lo que le venga en gana.
-Entonces, ¿cómo queda el Estado de Derecho?
-No existe. Ese régimen despótico, que está al margen de la ley, obedece sólo a la voluntad de un grupo de individuos.
-¿Esto quiere decir que no hay salida?
-La salida es muy difícil. Porque está implantada algo más que una dictadura. Es un régimen despótico que como obedece a la voluntad de unos cuantos tiene sus antecedentes en las tiranías y en regímenes como el hitleriano.