El admirable músico Silvio Arocha emprendió el inesperado, pero ineludible viaje al cielo. Desde la noche del pasado jueves habita en la eternidad y reposa en el firmamento.
Su noble corazón dejó de latir tras someterse a una intervención quirúrgica.
Ayer, familiares, amigos y alumnos del virtuoso dieron el adiós físico, mas no espiritual. Pese a la ausencia tangible, el destacado pianista, compositor y arreglista, cautivado por el jazz y los boleros, será siempre recordado por las notas que inscribió en la memoria cultural de Lara.
Tímido y sonriente, apacible y relajado, genuino y amigo, así era este maestro, grande entre grandes, eternamente presente en los corazones de quienes compartieron con él el amor por la música.
Solidario, gentil, insustituible, de esta manera la sociedad entera evoca la cátedra de humildad y excelencia que legó en su hermoso andar por la Tierra.
La vida de Silvio Arocha transcurrió bajo el enigma crepuscular, entre partituras, atriles y melodías magistrales. Confeso enamorado de su Barquisimeto natal, decidió permanecer hasta el último de sus días en esta tierra de gracia.
Si bien se pudo destacar como pianista y arreglista en grandes metrópolis del mundo, este maestro regaló a la capital larense lo mejor de sus ejecuciones, ovacionadas y siempre elogiadas.
Carismático y con los brazos abiertos para asesorar o contribuir en el crecimiento musical de jóvenes y consagrados, Arocha se entregó a la permanente colaboración de solistas y grupos que hoy día conquistan prestigiosos escenarios de la esfera global.
Con añoranza, allegados al maestro sostienen que en todos los discos realizados por larenses, Arocha emprendió una aventura de melodías junto a ellos, tanto en el piano como en los arreglos musicales.
Por sus manos se pasearon grandes frutos de la tradición sonora de la entidad. Entre ellos Henry Linárez, Gonzalo Teppa, Santiago Bosch, Gustavo Carucí y muchas otras promesas que se abren paso más allá de las fronteras.
Compartió en el escenario con extraordinarios artistas y en su reciente visita a la ciudad, el aclamado pianista internacional Michel Camilo distinguió a Arocha como un “genio del piano”.
Sin duda, fue un virtuoso, un glorioso ejecutante de las teclas de marfil y aunque no era un académico, fue referente para músicos de la academia, quienes anhelaban lecciones de Arocha, avalando su magnífica pedagogía.
Eternamente amigo…
La bolerista Lilian Ledezma compartió con Arocha 25 años de amistad. Él aplaudió su incursión en la escena, estuvo allí en cada instante.
Célebres por sus exquisitas presentaciones, ambos artistas trascendieron con un reconocido ensamble.
“Lo acompañé en sus últimos momentos. Era un gran amigo, grabamos juntos durante tres meses, y fue la mejor experiencia que tuve. Desde hace 15 años que comencé como artista me apoyó. Nos unía el amor a la música y el respeto por los colegas”, precisó Ledezma.
Zuly Perdomo, presidenta de la Fundación Festival Internacional de Jazz se honró al sostener un hermoso vínculo con el maestro que nos enluta con su partida.
Durante su época al frente de Coco Music, rememora las noches de Jazz Café, donde él destilaba su majestuosidad instrumental junto a los músicos y casi hermanos Fernando Fréitez, Juan Carlos Tortosa y Manuel Merentes.
“Compartimos el arte, la música, su exquisitez, su excelente gusto por ésta. Él me influenció y dio fuerzas cuando comenzó el proyecto del Festival Internacional de Jazz. No es un secreto que el Festival gozaba de la asesoría permanente de Silvio. Cada vez que planificábamos la agenda del FIJ, él recomendaba y se encargaba con delicadeza de hacer cálida la estadía de los artistas. Gracias a Silvio llegué a conocer a los intérpretes más valiosos del Jazz gracias a Silvio, era transmisor de la pasión”, comentó emotiva.
Omar Aguirre, conductor y productor de Música Oculta lamenta el fallecimiento de este maestro de maestros.
Lo recordará siempre como un ‘protagonista oculto’ de la ciudad.
“Era bajo perfil, respetado, era referencia, siempre con una palabra o enseñanza (…) fue un excelente colaborador de Música Oculta y de todos los espacios provistos para apoyar la movida musical”, expresó.
Por su parte, el músico y escritor Zakarías Zafra Fernández, presentador de una de las últimas presentaciones de Arocha en la Sala Alternativa, hizo llegar sus palabras de condolencia a la Redacción de EL IMPULSO.
“Silvio sigue siendo (porque el arte no abandona nunca su existencia) el sonido de la vida, la permanencia de una idea que se ancla profundamente en nuestros corazones. Silvio ahora nos pertenece y su música se reviste de la más pura eternidad”, escribió.
El virtuoso Oswaldo Rodríguez, de la Compañía de Ópera de Occidente tuvo el privilegio de contar con Arocha en dos ediciones del Festival de Boleros. Este intérprete concebido en el seno del Conservatorio Vicente Emilio Sojo manifestó que nunca olvidará la enorme capacidad de admirar la música.
“Con el elenco de la Ópera desbordó esa gran pasión por la música, tenía mucha sensibilidad”, puntualizó.
Este gran maestro deja dos hijos, César y Auriana, también arrojó con su transitar aportes, arropados por todos los que se contagiaron de su disciplina y entrega al lenguaje universal.
Foto: Dedwison Álvarez/ Archivo