El proyecto de remodelación del viejo terminal de pasajeros, que había iniciado su anterior administración, se encuentra paralizado, temiendo los usuarios que se pierda lo que se había hecho y la instalación vuelva a convertirse en un caos.
La advertencia la hizo Carlos Méndez, de la comisión permanente del Sindicato Automotor en ese centro de acopio de pasajeros.
Durante la gestión del ingeniero Luis Valencia se inició la aplicación de un proyecto de recuperación del espacio, que incluyó, entre otras cosas, el retiro de gran cantidad de casetas o puestos de ventas de artículos en los andenes que entorpecían el tránsito de las personas, así como reubicación de algunos.
Méndez denunció que el terminal, en las noches, “es una cueva de lobos” por la oscuridad reinante, además de que, como hasta hace algunos años, es dormitorio de borrachos, prostitutas y consumidores de estupefacientes.
Durante la administración de Valencia estaba prohibida terminantemente la permanencia de personas extrañas en el recinto porque representaban un problema de seguridad para quienes llegaban en horas nocturnas.
Recordó también que se había establecido una normativa para su funcionamiento en horas de la noche, en especial para las unidades que llegaban de paso a dejar pasajeros, pero ahora el ingreso se hace por el mismo sitio de salida por lo que algunos conductores prefieren no ingresar, lo que representa un riesgo para los pasajeros que se quedan.
A eso, afirmó, se debe agregar la falta de seguridad, tanto interna como externa, por lo que caminar de noche por las vías inmediatas al terminal es sumamente peligroso, lo que hace necesario un patrullaje más intenso de la policía o Guardia Nacional.
Para Carlos Méndez, el lugar requiere mayor atención por parte de las autoridades municipales para que quienes visitan Barquisimeto utilizando el transporte colectivo lo hagan en buenas condiciones, con seguridad y comodidad.
También exigió de la alcaldesa Teresa Linárez ordene un operativo de bacheo en las calles inmediatas al terminal, algunas de las cuales se encuentran verdaderamente intransitables, por la falta de mantenimiento o, en algunos casos, por su utilización para el lavado de vehículos.
Por último, Méndez se refirió a la problemática de los transportistas por las dificultades para conseguir gasoil, el combustible que utiliza la mayoría de las unidades de las rutas urbanas, interurbanas y extraurbanas, que son las que operan desde ese establecimiento.