Más allá del debate sobre la participación en las municipales que se realizarán en diciembre, lo primordial es lograr la organización de la oposición venezolana y a través de ella, la exigencia de condiciones mínimas para las presidenciales que deben celebrarse en 2018.
Tal aseveración se generó durante un foro este lunes, donde politólogos y expertos en materia electoral coincidieron en que en Venezuela efectivamente no hay condiciones justas para acudir a unos comicios, tomando en cuenta que el Gobierno de Nicolás Maduro acude al sufragio con el fin de legitimarse ante el mundo, cuando en la realidad mantiene “una democracia de apariencias”, tal como ocurrió el 15 de octubre.
Para el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Francisco Virtuoso, lo vivido en la última elección se configura como la mayor perversión que el venezolano ha podido presenciar, pues no solo se intentó “asesinar” el voto sino que se demostró la complicidad del Consejo Nacional Electoral y la Fuerza Armada con el Ejecutivo, sin apartar del panorama a una coalición opositora totalmente fraccionada y sin conexión con la población.
Por su parte, el director del Centro de Estudios Políticos de la Ucab, Benigno Alarcón, expuso que “es inaceptable seguir asistiendo a procesos de elección que no reúnen las condiciones mínimas. Ir o no a las elecciones no es fácil. Porque si no se va, implica dejar el camino despejado para otros que sí están dispuestos a ir en estas condiciones. No se puede ir a una elección como si las condiciones no incidieran en el resultado y después quejarse de que no había garantías óptimas”. No dudó en admitir que el Gobierno es totalmente autócrata y tras la clara división de la oposición, alertó que las posibilidades de que se produzca una transición pacífica están en su nivel mínimo.
Ante un eventual diálogo, enfatizó que el principal tema a tratar es la devolución del derecho a decidir libremente.
Post 15-O
Solo cinco gobernaciones conquistó la denominada unidad. Qué sucedió con unas proyecciones que la ubicaba como victoriosa en al menos 16 entidades. El politólogo Michael Penfold recuerda que la abstención no fue el elemento de peso en la derrota, pues hubo una gran alineación entre la instalación de puntos rojos en los centros y la plataforma tecnológica que se traduce en el carné de la patria, aunado a los operativos del CLAP, los escenarios de violencia y la reubicación de centros, los cuales sin duda condicionaron el voto del venezolano.
Por su parte, el periodista especializado en materia electoral, Eugenio Martínez, aseveró que el 15-O el chavismo logró una maquinaria casi perfecta, en donde solo perdieron 247 mil electores, mientras que la oposición 2.1 millones en comparación con las parlamentarias del 2015.
Desde su punto de vista, resalta varias causas posibles de la derrota: abstención inducida por el Gobierno para restar importancia al voto, abstención castigo a la oposición por desánimo o molestia y fraude abierto como ocurrió en el estado Bolívar donde se cargaron de manera manual los resultados de al menos 13 máquinas que no transmitieron pero imprimieron las actas.
También colocó de ejemplo el estado Miranda, donde el ahora gobernador Héctor Rodríguez obtuvo de manera dudosa 82 mil 530 votos, de los cuales 67 mil 89 se produjeron por el cierre tardío de mesas cuando no había gente en cola.
Ante tal panorama, insisten en la organización y en estrategias que vayan más allá de un proceso electoral, donde se note la verdadera cohesión y una oferta de país.