Desde el punto de vista financiero, el colapso económico de PDVSA se viene registrando desde el mismo momento en que el entonces Presidente de la República, Hugo Chávez, le cambió el norte a la empresa de índole totalmente petrolera para convertirla en la caja de su proyecto político. No sólo ordenó que se ocupara de atender diferentes programas sociales, sino de desarrollar obras y servicios dentro y fuera del país.
Los compromisos fueron de tal magnitud que sobrepasó su capacidad de pago, expresó el Dr. Orlando Zamora, ex jefe del departamento de riesgos del Banco Central de Venezuela y analista financiero independiente. . Desde hace más de cuatro años tiene serios problemas de financiamiento y el colapso fuese mayor si no hubiera tenido la asistencia del BCV.
Actualmente, la principal compañía nacional está trabajando para pagar el servicio de la deuda, indica. Y lo está haciendo en las peores circunstancias, porque su producción se encuentra por debajo de los dos millones de barriles diarios.
Esto se explica por haber perdido su apresto técnico y, en consecuencia, hallarse en peores condiciones con la caída de las principales refinerías del país.
Y por otra parte, no puede financiar su actividad, sencillamente porque no genera divisas.
Se encuentra en un círculo vicioso: no puede financiar su actividad y las pocas divisas que obtienen sólo pueden ser utilizadas para pagar la deuda.
Los problemas mayores tienen que ver con la capacidad de sus técnicos y por el debilitamiento que ha venido experimentando en el curso de los últimos años al punto de que no sólo ha bajado su producción, sus plantas refinadoras dejaron de ser eficientes y desde hace cierto tiempo tiene que importar insumos de los Estados Unidos, principalmente, para poder producir gasolina-
Aún más: ya no produce los aceites para vehículos automotores, ni para los aviones, ni tampoco lubricantes y accesorios, que permitían complementar el flujo de caja.
El precio de la gasolina ha sido ridiculizado por la hiperinflación, ya que un tanque de 60 mil litros de ese combustible se paga con el equivalente a un kilo de carne- Y apenas dura un día o menos por el consumo. Es por ello que vemos que continuamente se registra su racionamiento como ha venido ocurriendo con el servicio de electricidad-
Lo más preocupante de la situación de PDVSA es que el régimen ha comprometido sus activos. Cuando hubo que reprograma los bonos que se vencían en 2016 y 2017 para mantenerlos en vigencia hasta el 2010, hubo que dar en garantía el 50, 1 por ciento de las acciones de Citgo, lo que puso a la nación en una situación gravísima, ya que esa empresa radicada en los Estados Unidos es la firma de PDVSA que permite el ingreso de las divisas estadounidenses a las arcas venezolanas.
Y el otro 49, 9 por ciento de las acciones fueron dadas a la empresa rusa Rosnift por la deuda que tiene PDVSA con la deuda a los rusos. Claramente, el 100 por ciento de las acciones están comprometidas con Rusia.
La situación es muy grave porque los pagos de deuda son muy elevados. A diferencia de la deuda del Estado, que tiene que pasar previamente por la consideración de la Asamblea Nacional, PDVSA puede endeudarse sin antes hacer ninguna consulta a los parlamentarios venezolanos porque el mismo status de ser una empresa del Estado le permite operar libremente.
Puede, en tal virtud, refinanciar su deuda, distinto a lo ocurre con el Estado venezolano, para el cual nuestra legislación establece que todo endeudamiento público debe ser autorizado.
PDVSA se encuentra en un atolladero y sólo podría salir de él si logra hacer efectivos los pagos del año que viene, que son algo asi como Cuatro o cinco mil millones de dólares, cifra aproximada a la que tiene contraída la nación, lo que daría un total de nueve mil millones.
-¿Ese monto no es el mismo que tienen las reservas internacionales?
.Conviene señalar que de esas reservas, el 70 por ciento están integradas en oro, lo que hace muy difícil de movilizar.
Volviendo al caso de PDVSA, el Dr. Zamora considera que la situación es muy comprometida porque tiene muy estrecho el margen para refinanciar. Fundamentalmente, los bonos de PDVSA se recuperan cuando se pagan los intereses o están cercanos a vencerse.
Pero en términos medios, el valor de esos bonos en estos momentos está en el orden del 40 por ciento de su valor original. Y por supuesto, hay incertidumbre en la capacidad de pago de la empresa, porque sigue descendiendo la producción, aunque oficialmente no son suministradas cifras y las que se obtienen es porque las divulgan organismos internacionales, como la propia OPEP.
En cuanto a las declaraciones de Rafael Ramírez, quien fuera presidente de PDVSA y al mismo tiempo ministro de Petróleo y Minería, es que trata de defender su gestión, que no fue nada buena por cierto. En un escrito atribuido a su autoría, publicado en Aporrea, reconoció que ha caído la producción en un millón de barriles.
Y desde hace unos dos o tres meses ha venido haciendo críticas a sus sucesores para tratar de revelar una situación que ya se conocía, pero cuyo objetivo es limpiarse de sus culpas cuando el origen del colapso es precisamente de él desde el momento en que encabezó su directiva. Fue el responsable por la deuda por emisión de bonos y, desde luego, con el tesoro de la nación mediante la ayuda prestada por el BCV.
-¿Cómo se explica que Ramírez haya sido al mismo tiempo presidente de PDVSA, ministro de Petróleo y Minería, y hasta de Electricidad?
-Porque el entonces Presidente Chávez quería un proceso de respuestas que fuera rápido y sólo podría lograrlo centralizando el poder. No podemos obviar que el jefe del Ejecutivo Nacional quería aprovechar el financiamiento de PDVSA para llevar a cabo su proyecto socialista. Creó, por lo tanto, un mecanismo directo donde no hubiera trabas burocráticas.
Ramírez como superministro no podía tener discusión en las órdenes que ejecutaba por mandato del Presidente y precisamente por esa circunstancia fue que se produjo el descalabro de la petrolera. Hay edificaciones abandonadas, el plan eléctrico fue dejado a mitad de camino, también no se llevaron a cabo las construcciones del Metro de Caracas y, en fin, casi todas o todas las obras quedaron inconclusas.
El debilitamiento de PDVSA fue cuando se convirtió en empresa de egresos., ya que perdió su capacidad de recuperación. Dejó de invertir en tecnología y formación de recursos. Y se ocupó de todas las ideas y proyectos de expansión que tenía Chávez.
Creó en el exterior PDVSA América, que registró pérdida de grandes recursos, entre los cuales cabe mencionar dos mil millones de dólares en Ecuador en planes que no llegaron a funcionar, el levantamiento de la refinería cubana de Cienfuegos y, por supuesto, la asitencia que todavía mantiene con los cubanos con el envío de petróleo, cuya tercera parte del volumen es destinado a la reexportación por los jerarcas de aquel régimen.
Definitivamente, a PDVSA la destruyo el proyecto socialista de crear una economía paralela. Se perdieron cien millones de dólares en empresas de producción social, que no tuvieron resultados, tales como las que se formaron para producir válvulas, la de cemento en Cerro Azul, estado Monagas, que nunca abrió sus puertas a pesar de que había sido anunciada que era un proyecto iraní y la misma fábrica de carros iraníes que nunca llegó a funcionar
