Dar a luz en Venezuela no resulta tan digno y humanizado como lo vocifera el Gobierno nacional. Prueba lamentable de ello resulta lo ocurrido, entre la noche de este viernes y la madrugada del sábado, en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto: tres parturientas fallecieron por escasez de medicinas y otros factores.
Familiares de una de las occisas denunciaron a EL IMPULSO que Katherine Paola Jiménez Alvarado, de 18 años de edad, primeriza y con casi 39 semanas de gestación, murió por mala praxis médica y aseguraron que el personal del Hcuamp forzó el parto de la joven, cuando supuestamente esta llegó al nosocomio con orden de cesárea.
Iris Alvarado, madre de Katherine Paola, expuso que la muchacha ingresó al principal centro asistencial de la región botando líquido, a eso de la 1:00 p.m. Ocho horas después terminó el proceso de parto y la pasaron a recuperación.
“Me dijeron que eran 5 horas pero a las 2:00 a.m. –del sábado- me llamaron porque estaba convulsionando. Me pidieron Epamil y no conseguí por ningún lado. Después me dijeron que por falta de esa medicina no pudieron detener las convulsiones. Hubo un momento en el que la convulsión duró siete minutos y no le llegó oxígeno al cerebro; me la entubaron pero le dio un paro y falleció”, contó Iris con un nudo en la garganta.
Según la doliente de Jiménez Alvarado, esta desarrolló una eclampsia al ser obligada a parir, puesto que Katherine Paola no era hipertensa y había controlado su embarazo correctamente.
“No entiendo por qué me la pusieron a parir. Ella estuviese viva. La niña midió 54 centímetros y pesó 3 kilos 100 gramos. Además la bebé tiene la cabecita como doblada porque creemos que la forzaron a salir”, dijo.
Pidió que revisen lo que sucede en el servicio de Ginecobstetricia del Hcuamp porque, a su juicio, se cometen crímenes e injusticias.