A las 5:45 de la mañana llamaron a la familia de Kenny Gutiérrez Hernández, era de la Comunidad Penitenciaria de Fénix, lugar a donde lo habían trasladado hace una semana, le indicaron que había fallecido.
El joven fue detenido por funcionarios de la Guardia Nacional (GN) hace dos meses y 15 días bajo los alegatos de robo, hurto y uso de menores.
Gutiérrez Hernández tenía un antecedente por el que estuvo recluido cuatro años en una cárcel, por el delito de robo, según su madre acusado injustamente.
Hace dos meses fue detenido por la GNB, un primo manifiesta que ellos habían salido de jugar fútbol y observó cómo los castrenses en una moto lo detuvieron en la plaza Los Ilustres, él pensó que se trataba de una revisión, pues ya llevaban a otro joven con ellos, pero cuando se dio cuenta a su primo lo apresaron, indica que una vez más de forma injusta.
Las condiciones en las que estaba su primo no eran las normales porque estaba padeciendo de tuberculosis, diagnóstico que fue dado hace seis meses, se encontraba bajo tratamiento y desde que fue privado de su libertad no lo había recibido.
Su madre entre lágrimas cuenta que ellos residían en El Jebe y estaba haciendo lo posible porque su hijo saliera, pero no tenían dinero ni siquiera para comer, “había veces que comía las tres veces, pero otras pasaba hasta cuatro días sin hacerlo”, destacó la mujer.
Era el tercero de cinco hermanos y deja una esposa embarazada. Actualmente, se ganaba la vida haciendo mandados, porque nadie le daba trabajo por su enfermedad y porque tenía antecedentes, relataron los familiares.
Así mismo indicaron que todo este tiempo estuvo detenido en el Destacamento 121 de la Guardia Nacional y hace una semana lo pasaron a la Comunidad Penitenciaria de Fénix, se encontraba ahora en el área de aislamiento, pero tenía fe que en una semana tendría a su hijo en la calle porque le tocaría la audiencia preliminar.
La madre de Gutiérrez Hernández y su familia consideran injusto lo que está sucediendo. La mujer manifiesta que el joven fue víctima de lo corrompido del sistema, pues su detención fue ilegal y posteriormente estar encerrado con una enfermedad contagiosa, por la que no le habían dado ninguna medida humanitaria a pesar de que la solicitaron.
Su cuerpo fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
En menos de 72 horas han fallecido tres reos con infecciones respiratorias.
