Los anaqueles de los supermercados lucen llenos de productos de la cesta básica hechos en otros países. Los propietarios encontraron la opción de importar para “encubrir” la escasez de producción nacional, cuyos proveedores no despachan con regularidad y que además tienen regulaciones para la venta.
Estos productos son adquiridos a precio de dólar libre, el Gobierno no asigna divisas para comprarlos, por lo que al cambio, resultan costosos.
Aunque los precios son altos, los productos tienen salida, por tratarse de alimentos básicos como el arroz, la pasta, azúcar y aceite. Otros casos como la harina de trigo, cuyo producto hecho en el país no se consigue fácilmente, forman parte de la materia prima para panaderos, pasteleros y reposteros, por lo que los mismos también se ven en la obligación de adquirirlos.
Los consumidores incluso se muestran entusiasmados por encontrarlos. Pero esto podría cambiar, la reciente ley anunciada por el presidente Nicolás Maduro, para la regulación de precios de 50 rubros, podría afectar, además de la producción nacional, también la importación, pero todavía no existe claridad sobre la regulación.
“No sabemos si no vamos a poder importar más productos porque nos vamos a ver obligados a venderlos al precio que ellos digan o eso sólo aplicaría para la producción local, porque de ser así entonces la escasez sería peor”, señaló el propietario de un comercio de víveres en Cabudare.
Rita Betancourt, presidenta de la Cámara de Comercio, declaró que la escasez de productos de la cesta básica va a continuar e incluso para diciembre el panorama es sombrío.
Según su punto de vista, regular los precios acarreará pérdidas para los comerciantes, quienes además deben soportar los inconsultos aumentos de salario para el pago de sus trabajadores.
“Se habla de un nuevo aumento salarial y el comerciante no está preparado para asumirlo, eso traería más crisis, más empresas cerradas y más desempleo, el comerciante está preocupado”.
Agregó que los comerciantes no han recibido las divisas para la adquisición de mercancías, por lo que desconoce si tendrán la capacidad para atender la demanda, especialmente de juguetes y prendas de vestir.
“Normalmente la temporada decembrina era un alivio para los comerciantes porque reportaban la mayor parte de sus ingresos pero a estas fechas, todavía los comercios están vacíos y no han repuesto inventario”.