Que a estas alturas del partido, y de esta trágica agonía de lo que va quedando de democracia en Venezuela, el votar en las próximas elecciones regionales del 15 de Octubre represente para algunos un dilema, una duda, un motivo de debate, es expresión innegable de los aprendizajes pendientes y de debilidades preocupantes que como sociedad, debemos aún encarar y mejorar.
Es posible que sean varias las razones por las que muchos ciudadanos en el país, sienten frustración, molestia, o descontento con algunos actores políticos de oposición, por la manera en que se decidió, comunicó y explicó a la gente, la participación en los comicios regionales (o más bien por cómo no se hizo), luego de meses de protestas, inédita represión y muertes ocurridas en el país. Más allá de las valoraciones que puedan hacerse, parece que hay allí un foco de inconformidad y distanciamiento importante, sobre el cual los partidos políticos, asumo, están claros y conscientes, por las implicaciones que está generando para lograr la participación y movilización necesaria y mayoritaria en la elección de Gobernadores.
El gobierno de Maduro, desesperado por un “diálogo” ante el cual sin embargo, no muestra señales, disposición ni credibilidad, está claro en su objetivo de perpetuarse en el poder. La presión internacional, las sanciones, el desconocimiento de la ilegítima ANC, lo llevan a cumplir el trámite de la elección de gobernadores como una “concesión” que le ayude a ganar tiempo e intentar copar aún algunos espacios.
Juega para ello a la promoción de la abstención y a regar la semilla de la frustración y la desesperanza, para que la mayoría que rechaza su permanencia en el poder opte por no ir a votar, y no se exprese en las urnas justamente como mayoría electoral.
Hay claridad en que el régimen de Maduro tiene ya claros visos de tiranía. Hay conciencia del férreo control militar y la amenaza latente y represiva para acallar cualquier protesta o disidencia. Hay (debe haber) claridad en los sectores democráticos, sobre los artilugios, ilegalidades e “inhabilitaciones” de última hora que pudiera adelantar el régimen para impedir el triunfo de candidatos opositores en las gobernaciones. Pero hay también certeza de que una masiva participación hará más difícil a Maduro seguir burlándose de la voluntad popular.
Por eso, respeto a quienes a estas horas, manifiestan su decisión de no ir a votar. No la comparto, y creo que es un grave error. En la ruta del cambio político en Venezuela y en la reconquista de la libertad, la participación este 15 de Octubre es fundamental, para enviar una señal al régimen y al mundo que lo vigila y presiona día a día.
Por eso, y mucho más, este 15 de octubre, yo voto.
@alexeiguerra