El coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, denunció que al menos ocho reclusos han muerto por desnutrición en lo que va de año, en diversas cárceles venezolanas, debido a la crisis alimentaria que aqueja a las personas privadas de libertad.
Nieto señaló al respecto que el más reciente fallecimiento fue el de Adolfo Iván Martínez Canino, de 25 años, quien se encontraba recluido desde el 13 de septiembre de 2016 en los calabozos de la Policía Municipal de Guaicaipuro, estado Miranda y murió el pasado 20 de septiembre por desnutrición severa.
Detalló que los casos de fallecimiento por falta de alimentos fueron registrados en una investigación realizada en 89 centros de detención preventiva ubicados en 12 estados del país. “En Venezuela tenemos dos sistemas penitenciarios establecidos. Uno es el sistema tradicional, que son las cárceles que todos conocemos y que dependen del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, con 57 mil reclusos aproximadamente. El otro lo integran los centros de detención preventiva que funcionan en los calabozos de las policías del país, que en la actualidad albergan a unos 45 mil privados de libertad. En este tipo de prisiones es donde se presentan mayormente los casos de desnutrición”, expresó Nieto Palma, en una entrevista en el portal web Caraota Digital.
Refirió que los casos de desnutrición son más frecuentes en dichas cárceles, porque carecen de comedor y presupuesto para la compra de alimentos. “Una persona detenida, que no cuente con familiares que le lleven la comida, simplemente muere de hambre”, subrayó.
Mencionó, además, que en las cárceles tradicionales hay condiciones para dar comida a los reclusos porque tienen comedor y cocina. “Aunque la alimentación es deficiente y muy mala, por lo menos les dan una taza de arroz cocido al día”, indicó. Asimismo, sostuvo que tal problema ocurre porque el sistema penitenciario tradicional no permite el acceso de muchos reclusos, alegando que no han recibido autorización de parte del Ministerio de Asuntos Penitenciario. “Esta situación ha generado el caos general en los calabozos policiales”, ya que “solo están acondicionados para mantener al detenido por un tiempo de 48 horas, y el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no se hace cargo de la alimentación en este tipo de reclusiones”, puntualizó tras señalar que no han recibido repuestas de organismos como el Ministerio Público o la Defensoría del Pueblo ante las mencionadas denuncias.