En septiembre de 1961, en un local de los hermanos Marullo en la avenida Pedro León Torres, un grupo de fotógrafos profesionales y aficionados se dieron a la tarea de crear una organización que promoviera el arte fotográfico en Barquisimeto.
De la mano de Amadeo Álvarez, Emisael Giménez, José de Jesús Jiménez, Rafael López Sánchez, Jesús Mérida, Jesús María Yépez, Juan de Dios Manresa, Hernán Álvarez y Daniel Terraza, entre otros se funda el Foto Cine Club Barquisimeto. Comenzó en un local ubicado en la carrera 18 entre 23 y 24; luego en la calle 29 entre 22 y 23, hasta finalmente establecerse en la avenida 20 entre 25 y 26, edificio Ramos García, donde instalarían un laboratorio y una pequeña sala de reuniones y conferencias.
Su fin primordial era la promoción de la fotografía artística en Barquisimeto y para ello organizaron un Primer Salón de Fotografía en la sede del primigenio Ateneo de Barquisimeto en 1962. Ese mismo año comenzaron a publicar un Boletín mensual denominado “Objetivo” que informaba de las actividades -exposiciones, talleres y charlas- que periódicamente ofrecía.
Contaba con el apoyo de diversas empresas de la localidad que otorgaban premios y recursos y obtenían a cambio espacios publicitarios en el propio boletín y en catálogos que daban cuenta de los salones, regionales primero y nacionales a partir de 1964.
Primero se fundaría el Foto Club Caracas, fuente de inspiración del local y luego otro semejante en Maracaibo.
Fue un importante centro cultural que durante 17 años mantuvo una ininterrumpida actividad. En su primer catálogo hablaban de sus perspectivas: “Quizás este primer Salón haya sido una lección para nuestra naciente entidad fotográfica, decimos lección, porque hubo muchos reveses en su contra, algunos por falta de experiencia en estas lides de algunos jóvenes directivos, y otros, los más, creados por personas interesadas en que este Foto Club muriese antes de haber nacido…”
En 1964, en la Biblioteca Pública “Pío Tamayo”, se organiza el Primer Salón Nacional de Fotografía Artística: “Arribamos felizmente a la meta trazada desde nuestra fundación. Es decir, realizar un SALON NACIONAL donde estuvieran representados los Fotoclubes existentes en la República y los aficionados que no forman parte de éstos, pero que desean mostrar sus trabajos.”
Promovieron un género fotográfico donde prevalecía la estética. La tonalidad y el encuadre. Puristas de la fotografía eran. Lograron convocar alrededor de sus actividades a diversos actores culturales de la ciudad. A diez años de su creación el cronista Hermann Garmendia escribió sobre los logros alcanzados en esa década que colocó a Barquisimeto en el mapa cultural venezolano a través de un prolijo intercambio realizado por el Foto Cine Club, debido al prestigio alcanzado por la institución.
En su sede del edificio Ramos García exhibían cine; realizaban excursiones fotográficas a lo largo y ancho del territorio nacional y promovían a emergentes valores de la fotografía local.
En la editorial del decimo cuarto Salón Nacional de Fotografía Artística, dan cuenta del decaimiento de la institución: “Nuestro comentario de apertura de este año va a salirse de los cánones establecidos en este tipo de eventos; en efecto es costumbre halagar a personas y entidades en general con palabras grandilocuentes, lo que no es del todo justo dada la escasa colaboración prestada por alguna de ellas.”
Prosigue “Lamentablemente, este año no se pudo efectuar el Salón, como era costumbre el 28 de mayo, día del General Jacinto Lara, motivado a la apatía demostrada por los organismos oficiales el pasado año”. Para ese año 1977, su junta directiva estaba conformada por Alberto Albi, José de Jesús Jiménez, Roberto Chang, Wanda Korsak y Doris Losada. De ese numeroso grupo local que participó de sus actividades y exposiciones sólo sobreviven unos cuantos: Igor Salazar, Christophe Kossowski, Luis Suárez Amaro y Edilio González, quienes son testigos de excepción de una época dorada de la fotografía en el estado Lara.
Los últimos años, el socio fundador José de Jesús Jiménez, propietario de la tintorería Londres, ubicada en la calle 29, se empeñó en sostener el espacio debido a la mística que profesaba por la organización, cuyos miembros fueron feneciendo o dedicándose a otras prácticas profesionales, hasta que finalmente cerró sus puertas, aun cuando su recuerdo perdura por la trascendencia y alcances de sus salones y exposiciones. La familia Jiménez donó a la Fototeca de Barquisimeto, una colección de catálogos y fotografías que nos permiten ilustrar esta sucinta crónica.