La turística isla de Margarita, en el noreste de Venezuela, padece una fuerte escasez de combustible desde hace seis días, lo que obliga a sus habitantes a hacer filas de hasta tres horas para aprovisionar los vehículos.
“Las colas son enormes, la gente dura hasta tres horas en las pocas bombas (estaciones de servicio) que funcionan y a veces no pueden llenar el tanque”, dijo este martes Briskey Litthiner.
Uno de los dos autos que tiene la familia de esta comerciante de 36 años permanecía guardado en la ciudad de Porlamar -la más poblada de la isla- por falta de gasolina.
“Hoy salimos a ver si podíamos llenar el otro, pero nos cansamos de esperar y nos volvimos. Nadie explica qué pasa; dijeron que por el mal tiempo, o porque PDVSA (petrolera estatal) no había pagado la gasolina”, añadió molesta.
El vicealmirante Yony Vera, comandante de la unidad militar de Nueva Esparta, donde está Margarita, dijo que el lunes llegó un buque con 84.000 barriles de combustible para normalizar la situación.
Sin embargo, Édgar Bayester, distribuidor de pescado de 55 años, completaba tres horas de espera para abastecer su vehículo, según dijo a la AFP.
Bayester no descartó que «las sanciones de Estados Unidos» sean la causa del problema.
El presidente Donald Trump prohibió el pasado 25 de agosto transar nueva deuda emitida por el gobierno venezolano y PDVSA. El presidente Nicolás Maduro ha dicho que esas medidas han afectado importaciones de alimentos y medicinas.
En marzo también hubo problemas en el suministro de combustible en Caracas y otras ciudades, que PDSVA atribuyó a una “falla logística”, pero el diputado opositor José Guerra las achacó a deudas de la petrolera.