La candidata de Diosdado Cabello, Luis Reyes Reyes y Nicolás Maduro quiere convertir la gobernación de Lara en el cuartel centroccidental del paramilitarismo y de los colectivos y el regreso al estado de la inmunidad por el poder. Pero, el ejercicio del voto democrático lo impedirá.
Así lo expresó el gobernador Henri Falcón, aspirante a la reelección, cuando visitó en la mañana de ayer EL IMPULSO, donde fue atendido por su director general, arquitecto Juan Manuel Carmona Palenzona. El mandatario estuvo acompañado por Macario González, máximo representante de la Mesa de la Unidad Democrática en el estado; y los representantes de AD, Copei, Voluntad Popular, Primero Justicia, Movimiento Izquierda Democrática, Causa R., Un Nuevo Tiempo y otras organizaciones políticas.
Falcón mostró el libro que produjeron los comités de víctimas del estado Lara, donde se denunciaron 220 desaparecidos durante el mandato de Reyes Reyes.
Y esto ocurrió aquí, en Portuguesa y en varios estados, dijo. ¿Quién investiga esto? ¿Cómo es posible que se aparezca alguien en Lara, tratando de hacer ver que tiene las alforjas llenas; pero, sin soluciones a los problemas de la gente: el incansable salario mínimo y la cestaticket, el hambre, falta de medicinas. Hay gente que se muere de mengua porque no tiene medicamentos. Y tengo testimonios de los casos. He visto abuelitos, muy humildes, resignados a morir frente a un Gobierno indolente.
-¿Cómo vio el resultado de las primarias?
-Regularmente las primarias no han sido abundantes en participación masiva de la población. Sin embargo, en Lara fue entusiasta, diversa, democrática. Y el resultado admitió el respeto de todas las organizaciones de la MUD. Ahora vamos contra el verdadero adversario: el Gobierno nacional. Con la fuerza de la unidad vamos a preservar la institucionalidad del voto, la democracia, la inclusión, el debate sano y tolerante en nuestra entidad.
-El gobierno ofrece paz y amor. Pero, todavía hay quienes le creen…
-El error más grande que se puede cometer frente a este tipo de gobierno es subestimarlos. No podemos subestimarlo. Porque juega siempre sin escrúpulos, a alcanzar sus metas y sus objetivos, en detrimento de los intereses democráticos de la mayoría del país y por eso hoy vemos a un Gobierno vestido de corderito. Los mismos responsables de que la gente se esté muriendo de hambre son los que andan ofreciendo soluciones.
-Con la nucleación de centros, ¿no cree que se presenten problemas para la gente que no puede votar porque encontró su centro cerrado?
-Lo que el CNE está haciendo es lo mismo que ocurrió en el supuesto proceso democrático de la escogencia de la Asamblea Nacional Constituyente. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo en materia informativa. Tenemos que ser muy eficaces en la orientación y la comunicación con todos los sectores, de manera que la gente sepa cuál es el sitio a donde tiene que acudir porque le han inhabilitado su centro electoral de manera interesada. Son siete centros inhabilitados. Uno de ellos es el Andrés Bello. Tenemos que hacer un esfuerzo con los electores de ese sector y de los demás para orientarlos. Incluso, para prestar colaboración en su traslado para el día de las elecciones.
-¿Qué podría pasar si la que usted llama candidata del hambre está repartiendo bolsas o cajas de comida en forma masiva?
-Que la gente va a recibir esa comida y votar en su contra. El Gobierno tiene por delante una situación muy compleja. De allí su interés en descalificar cualquier posibilidad de éxito en una negociación política que es necesaria para el país. Aquí no se trata de salvar al Gobierno o al Presidente. En esa posibilidad creo que la emergencia del Ejecutivo nacional viene dada por las decisiones del Gobierno de Estados Unidos. Y como se comienzan a abrir posibilidades sobre las realidades internas de Venezuela y también sobre la matriz de opinión internacional sobre el deterioro de la democracia en Venezuela, de que también vengan unas sanciones de Europa. El Gobierno requiere de créditos internacionales para seguir financiando su populismo, su clientelismo, en vista de que con las bolsas Clap juega con la miseria; pero, como no la tiene fácil en este momento, busca dinero entre sus aliados para poder correr la arruga de una tragedia anunciada que, como dicen especialistas, es imposible que el Gobierno, el año que viene, no caiga en el default, lo que nos pondría en una situación muy difícil.
-¿Las gobernaciones están en condiciones de default?
-Como las universidades, las empresas privadas, medios de comunicación social y la economía de cualquier familia regular en el país. En un diario nacional se dice que con el salario mínimo de 136 mil bolívares se pueden comprar apenas cinco productos de la canasta alimentaria: un kilo de arroz, un kilo de leche, un kilo de pasta, un kilo de azúcar y un kilo de pollo. El problema que tiene el Gobierno no es solamente llegarle con comida a la gente, sino la inflación.
-¿Tiene la gobernación fondos para sus trabajadores y pagar sus compromisos?
-Una de las grandes dificultades de los gobiernos regionales a diferencia de los gobiernos locales es la potestad tributaria, la cual es muy reducida, ya que el propio Gobierno conspira contra las gobernaciones. La Ley de la Hacienda Pública estadal, acordada en la Asamblea Constituyente del 99, que posteriormente esta Asamblea Nacional se atrevió a debatir y sancionar, no ha recibido la promulgación todavía del Ejecutivo nacional. Esa ley busca darle esa potestad tributaria a las gobernaciones para garantizarles los recursos que se demandan en una entidad para poder abordar su funcionamiento en lo que tuviera que ver con las medicinas, material médico quirúrgico, problema de la inseguridad, aguas servidas, etcétera; pero que tiene que ver también con los contratos colectivos que, en el caso de Lara, tiene 35 mil trabajadores. Mientras el Gobierno siga procurando para sí el control de las gobernaciones y sólo dependan del situado constitucional y del Fondo de Compensación Interterritorial, que son recursos administrados por el Gobierno, lo recaudado por las entidades no alcanza para nada.
-¿Cuál es la situación ahorita?
-Se han materializado cuatro ajustes salariales e igual número de cestatickets. Me decía un empresario de comunicaciones que cada vez que el Gobierno anuncia el incremento de salario mínimo y cesta ticket, tiene que salir de cinco o seis trabajadores. Y así está pasando en muchas empresas. La realidad inflacionaria no es detenida por los ajustes salariales ni los de los cestatickets. El marcador del Gobierno es una página web en otro país, que determina el valor del bolívar frente al dólar, lo cual genera todas las distorsiones en todos los ámbitos de la economía. ¿Qué podemos esperar una Gobernación que planifica en octubre y en agosto del año siguiente tiene una inflación acumulada del 1.000 por ciento? Las gobernaciones todas, sin excepción, tienen un déficit superior al presupuesto que elaboraron.
-¿Cómo se preparan para lo que falta de año?
-Recibiendo créditos adicionales, los cuales vienen regularmente amarrados: salario mínimo, cestaticket. Y hay un déficit que debería ser abordado, como es el de los aguinaldos. Lo demás que están ofreciendo candidatos, que se convierten en una especie de corderitos, no lo pueden cumplir. El Gobierno desfasó en el tiempo. Fracasó. No hay posibilidad de recuperación en el país por un Gobierno inepto. El Presidente de la República puede maniobrar todo lo que sea, pero no podrá resolver los problemas. Por eso la salida tiene que ser electoral para poder avanzar en la consecución de un modelo económico que aborde los grandes desequilibrios sociales, especialmente el hambre, los servicios, la salud, la seguridad, el agua. Que es culpa del Gobierno
-¿Cómo se explica que haya indicadores de que el Gobierno puede ganar algunas gobernaciones?
-Porque el Gobierno tiene una gran capacidad de manipulación. Y nosotros, los venezolanos, tenemos también una capacidad de olvido. Hace cuatro meses era difícil ver un personaje del Gobierno caminando por cualquier calle. Hoy no solo caminan, sino que son capaces de seguir engañando… Yo siempre he sostenido la tesis que es para hoy y para siempre: la verdad. Decir las cosas a tiempo, ajustadas al momento, pero también con certeza. Hubo momentos en que la creciente desesperación, producto de tanta frustración de todo un pueblo, nos llevó a la calle. Siempre he sido del criterio de masificación de la protesta para poder tener impactos certeros en golpear a un Gobierno nefasto, incapaz, improductivo, inepto desde el Presidente de la República hasta sus funcionarios en las diferentes regiones del país. Ellos no hicieron nada para bajar los niveles de confrontación, sino que por el contrario, convocaron a la represión permanente. Y de allí más de 120 muertos, miles de heridos y centenares de detenidos.
-¿Qué hacer?
-No permitir que el desánimo, la desesperanza, la manipulación, hagan mella en la conciencia de un pueblo que entendió que el único camino para poder recuperar la estabilidad política, social y económica del país es cambiando al Gobierno. Y a este solo lo cambiamos con el voto. Y no votar es hacerle el juego al Gobierno.
