Las obras de 50 artistas y fotógrafos venezolanos, entre ellos el barquisimetano Ricardo Marapacuto, buscan plasmar en su arte la realidad política que vive el país y son mostradas en el espacio cultural BabyCastles Galle de Manhattan, Nueva York, desde el 15 hasta el 23 de septiembre.
República Colapsada Vol.2 es un proyecto curatorial de Helena Acosta y Violette Bule, que convoca también a Nelson Garrido, Violette Bule, Max Provenzano, Juan F. Toro, Pepe López, Elyxandro Cegarra, Christian J, entre otros.
“Es una mirada desde el punto artístico a la coyuntura política que vive el país”, dijo la curadora Helena Acosta, sobre la exposición, la cual forma parte de las acciones realizadas bajo el proyecto de activismo visual con la meta de “desmontar la simulación”.
La exhibición es una potente denuncia en relación con la situación actual de Venezuela, al plantear una reflexión crítica ante la crisis política y humanitaria actual. Las curadoras, por un lado, examinan cómo el arte responde ante coyunturas políticas y, por el otro, elaboran una plataforma de visualización de la historia contemporánea venezolana
Marapacuto participa por segunda vez consecutiva en este proyecto, con algunas fotografías de la serie «HeyWorld» que dan fe y evidencian la realidad vista desde su perceptiva. «El fotógrafo tiene el deber de mostrar y convertirse en la voz de los que no pueden ser escuchados, el propósito fundamental de mi participación consiste en mostrar el rostro real y tangible de la realidad venezolana, que es radicalmente opuesto a la simulación discursiva que plantea el régimen venezolano» comenta Marapacuto. Ganador de varios premios y con más de 14 años en la fotografía, «Heyworld» es parte del proyecto junto a la revista Hunter que el fotógrafo viene realizando para denunciar lo que sucede en Venezuela.
Residenciado en España desde principios de este año, Marapacuto accedió a conversar con EL IMPULSO vía correo electrónico para narrar sus impresiones y proyectos.
¿Qué significa para ti participar por segundo año consecutivo en esta muestra?
– La idea de ganar más espacios para la denuncia, para que el mundo se entere de lo que sucede en nuestro país, me tiene en vela desde algunos meses; gracias a la nueva era digital muchos artistas nos hemos conectado e involucrado en ese proceso evolutivo de nuestro trabajo individual como fotógrafos a uno más colectivo, más universal. Participar por segunda vez es uno de los resultados de ese proceso y me llena de una satisfacción enorme poder lograr que cada día más personas sean testigos de lo que captó mi cámara, y más que testigos sean multiplicadores de esa verdad.
¿Cuál es la importancia, en tu opinión, de muestras como ésta?
– Las principales fundadoras de este proyecto son Helena Acosta y Violette Bule, activistas visuales que residen en Nueva York. Para mí es un honor que me tomaran en cuenta para participar, su trabajo ronda mucho en lo social y de denuncia. Tener el honor de exponer junto a Nelson Garrido es algo que solo sucede en sueños, es un amigo, un guía, una referencia mundial. Poco más puedo agregar a tanto que se ha dicho y significa Nelson para la fotografía contemporánea en Venezuela, pero son muchos, Juan Toro es otro gran amigo que expone, Cristian Hernández junto Anthony Ascer Aparicio, son dos fotógrafos muy jóvenes que tienen un futuro asegurado en la historia del fotoperiodismo en nuestro país.
¿Cómo vives esa suerte de «exilio» emocional? ¿qué calles caminas, qué registra el lente de tu cámara?
– Una de la maneras que me funciona para superar ese estado emocional que te provoca el «exilio» , es estar a gusto donde te encuentras, vivir como una sublime experiencia lo nuevo de otro aire, lo grande que es el sol que ilumina de la misma manera la tierra donde naciste a la que ahora pisas, la cual, cabe destacar está a más de 4 mil kilómetros de distancia… Mi lente es universal, quizás por eso tengo la suerte de sentirme bienvenido a donde sea que voy, intento ser respetuoso con cada cultura, tradición y costumbre en cada país. Pero lo más lindo de estar fuera es que, pase lo que pase, siempre estoy preparado para volver a mi tierra.
¿A qué te dedicas en la actualidad?
– Estoy poniendo todas mis fuerzas en dos proyectos, un fotolibro que arranqué estando en Argentina, y siendo voluntario en ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), me tracé la meta de llegar a los campos de refugiados de Siria y con esta organización es la manera más segura que por ahora tengo de hacerlo.
¿Cuál es tu visión de Venezuela desde afuera?
– La visión que tengo del país, es de mañana y no de hoy, no sé si me explico… veo una Venezuela de pie que sabrá cómo hacerle frente a la adversidad y con esto no quiero decir que eso sea lo que quiero, sino lo que veo.
Ahora bien, desde afuera lo que intento con todas mis ganas es que muchas personas abran los ojos ante lo que sucede en Venezuela, por eso no descansaré hasta intentar lograr algo con mi trabajo.
Espero pronto regresar a mi país y mostrar todo lo que aprendí, todo lo que vi, todo lo que sentí y esto me ayude a ser mejor persona, mejor fotógrafo.. pero sobre todo mejor venezolano.