El Congreso de Perú, controlado por la oposición, le negó el viernes la confianza al gabinete ministerial y forzó su renuncia, en un choque de poderes que obligó al presidente Pedro Pablo Kuczynski a suspender su viaje al Vaticano y a la ONU para armar un nuevo equipo de gobierno.
El pedido de confianza planteado por el presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, obtuvo 77 votos en contra, 22 a favor y 16 abstenciones.
«No ha sido aprobada la cuestión de confianza (…). En consecuencia, se genera la crisis total del gabinete», dijo ante el plenario el presidente del Congreso, Luis Galarreta, miembro de la opositora Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori.
Ante la inminente decisión del Congreso, la segunda vicepresidenta peruana, Mercedes Aráoz, había informado más temprano que el presidente suspendió momentáneamente el viaje programado a la Asamblea General de la ONU en Nueva York y la Vaticano, aunque si acelera las cosas podría alcanzar aún ir a la Santa Sede.
«Ha sido un honor servir al país bajo el liderazgo del Presidente Kuczynski. Liderar y defender políticas en beneficio de todos los peruanos», escribió en Twitter el hasta hoy primer ministro Zavala, segundos después de conocer la decisión del Parlamento. El mandatario tiene 72 horas para aceptar la renuncia de sus ministros y luego anunciar a sus reemplazantes.
Kuczynski decidió medir fuerzas con el Congreso en momentos en que la aprobación a su gestión alcanza un 19% y tiene 77% de desaprobación, generada principalmente por una prolongada huelga de maestros que fue lo que complicó la gestión de su ministra de Educación.
«Soy respetuoso de la Constitución y la democracia. Procederemos conforme a ley», escribió el presidente en Twitter, y agradeció el trabajo de sus ministros.
Tensión permanente
Zavala había pedido al Congreso el voto de confianza, cerrando filas en torno a la ministra de Educación, Marilú Martens, a quien la oposición había amenazado con censurar, una actitud que, según dijo, atentaba contra la política educativa del gobierno, uno de los ejes de las reformas en el sector público.
Durante su primer año de mandato, Kuczynski había perdido tres ministros por choques con el Congreso, donde 71 de 130 legisladores son del partido de Keiko Fujimori, excandidata presidencial e hija del expresidente preso Alberto Fujimori (1990-2000), que ha mantenido contra las cuerdas al gobierno.
El primero ministro en caer fue el titular de Educación, Jaime Saavedra, antecesor de Martens y rostro de esa reforma que promueve la igualdad de género, hecho que rechazan la Iglesia y sectores conservadores bajo el argumento de que se «promueve» la homosexualidad. En este período también cayó un ministro de Economía, mientras que el de Transportes renunció antes de pasar por la censura.