Aunque los trabajadores del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda prefieren evitar a los medios de comunicación por temor a represalias de sus jefes, la realidad no se puede ocultar, porque como se reseñara la semana pasada en el Diario EL IMPULSO, la consulta externa de este centro de salud se encuentra sin servicio eléctrico.
Las deseadas citas para las diferentes consultas médicas especializadas que se ofrecen en el principal centro de salud tienen más de 15 días suspendidas, específicamente desde el pasado 8 de octubre, y hasta que se solucione el percance sólo atienden estrictas emergencias, con linternas improvisadas.
La oficina de Registro Civil también se encuentra en el área de la consulta externa, donde se expiden las actas de defunciones y las partidas de nacimientos, estas últimas, como establece la Ley, deben ser entregadas a los padres del recién nacido antes de salir de la institución de salud.
El personal comentó que para las actas de defunción han referido a las personas a la parroquia Catedral, y para las partidas de nacimiento han entregado una nota provisional para que la busquen cuando resuelvan el problema eléctrico de este importante servicio.
“Lo que escuché es que tienen que venir de Hidrolara a sacar el agua del sótano, porque eso se inundó y de ahí vino el cortocircuito o daño, no sabemos. Después de eso es que Corpoelec puede entrar a esa área”, dijo otro de los trabajadores.
Pero la situación más que afectar a médicos o enfermeras incide de manera directa, en la atención que se brinda a los pacientes que buscan en el Hospital Central una solución para su problema de salud, a la espera de atención de calidad y oportunidad, en vista de su reconocimiento como centro de salud en toda Venezuela. Ante la oscuridad en la cual está sumida el área, Yleana Guarenas, directora regional de salud explicó que para la reparación de la electrificación solicitaron un crédito adicional al Consejo Legislativo del estado Lara, el cual no ha dado respuesta.
Fotos: Elías Rodríguez