Han desaparecido las colas para comprar pan. Y, lo más sorprendente, en las panaderías hay pan prácticamente a cualquier hora pues los anaqueles permanecen llenos de sus distintas variedades y presentaciones. Pero no nos hagamos ilusiones, no es que finalmente se resolvió el problema de la escasez de trigo, lo que hay es escasez de dinero para comprarlo. Y lo mismo está ocurriendo con muchas las cosas que antes no se conseguían: las hay, están a la vista en los anaqueles, pero no hay compradores que puedan pagar los precios.
Recordemos la imagen de Juan Bimba con un bollo de pan francés “de a locha” asomando en el bolsillo. Juan Bimba era la caricaturade un personaje que representaba al pueblo,pero un pueblo con pan. Hoy el pan de a locha (antigua moneda de doce céntimos y medio) vale 900 bs. y es incomprable. Una de las consignas clásicas de los movimientos populares ha sido precisamente Libertad, Pan y Trabajo. De las tres palabras la única que representa un bien supremo es “PAN”. Se puede vivir sin libertad y sin trabajo, pero no se puede vivir sin pan.
Era una vieja estrategia de los mandamases del imperio romano recurrir al pan y circo cuando las cosas se les ponían crítica. Consistía en regalar comida y espectáculos baratos para mantener entretenida a la población. En nuestra situación,a falta de pan bueno es circo, mucho circo chimbo. Lo de chimbo no es un superlativo: basta ver las escenas de los ejercicios realizados para “preparar” al pueblo contra una supuesta invasión para darse cuenta de ello. Con enemigos así, el imperio puede estar tranquilo.
Hemos logrado-y digo que hemos logrado porque régimen llegó al poder por los votos, no fue impuesto por nadie- la bizarra hazaña de ser hasta ahora el único país petrolero que ha quebrado. Tenemos la inflación más alta del mundo, el peor índice de niñas madres de América Latina,los niños han vuelto a las calles. No hay medicinas para curarse.Somos también un país con extrañas prioridades: Dimos dinero para la campaña presidencial de Trump y ahora Maduro ofrece 5 millones de dólares para los damnificados de Houston: un país pobre y empobrecido ayudando a un país rico que no necesita dinero.
Mal vamos con un desgobierno que no tiene idea de cómo resolver el problema económico ni ningún otro problema Y más bien todo lo ha echado a perder. Sobran ejemplos de esto. Agropatria no atiende a los agricultores como si lo hacia Agroisleña. Hasta las cifras de viviendas construidas por la misión vivienda están en duda porque nadie ha auditado esas cifras. Cuando el gas doméstico estaba en manos privadas se podía conseguir una bombona en cualquier bodega. Hoy, cuando la distribución del gas doméstico ha sido “recuperada por la revolución” la gente tiene que cerrar calles para conseguirlo y cocinar con leña mientras lo consigue. Entonces, ¿de qué nos sirve saber que tenemos las reservas de gas más grandes del mundo?
La lección es clara: la riqueza no está en los recursos naturales que tenemos, sino en lo que sepamos hacer con ellos. Y este gobierno no pasa de hacer discursos exaltados ante coros de focas adoctrinadas prometiendo cosas, planes y resultados que nunca se concretan.