Aquellos desayunos con caraoticas refritas, queso rayado y suerito, o arepas rellenas, y hasta aquello de, “el queso que había en la mesa también se lo comió” como que pasaron a formar parte de la historia gracias a la incontrolable inflación que tiene a millones de venezolanos en dieta.
En pocos días el apetecible producto lácteo ha subido tanto de precio que, para muchos, fue sacado de la lista de la cesta alimentaria.
“La culpa no es de nosotros sino de quienes lo elaboran que argumentan incrementos en los gastos de producción”, manifestó el comerciante de un expendio.
A la vista la lista de precios del producto da base de leche de vaca.
Queso blanco, 20.800 el kilo, Paisa, 23.700, Mozarela, 34.900 y Amarillo 43 mil y 49.600.
No aparecía el de cabra.
“Ah mundo, quien podrá comprar con el sueldito que uno recibe a pesar de los últimos aumentos de Maduro”, se preguntó un padre de familia que llegó con intenciones de llevarse un pedazo para acompañar las arepitas del desayuno.
“Hasta el suero aumentó, como si lo importaran con dólar negro”, intervino otro desanimado cliente.
De acuerdo al comerciante, los dueños de fincas argumentan incrementos en los gastos para producirlo, comenzando con los alimentos para el ganado, salarios de los obreros, transporte y hasta las dificultades para obtener efectivo en los bancos.
Incluso, dijo que no ha faltado el dueño de finca pecuaria que se ha visto obligado a vender la leche de vaca directamente al público para tener efectivo conque pagar a sus trabajadores y cubrir otros gastos.