A medida que pasan los días que para unos los consideran extremadamente cortos porque siempre se está ocupado y para otros sumamente largos porque tienen esperanzas para el futuro inmediato y a largo plazo, es que nos permite reflexionar que el tiempo no se detiene y hay que hacer hoy lo que no estamos seguros que podamos hacer mañana.
La vida es tan corta en tiempo y espacio que nunca alcanzará para vivir y conocer todo, aun con el máximo de tecnología a la que se ha llegado y los creyentes de una nueva vida tenemos que entender que los científicos han afirmado que nada desaparece, todo se transforma y nada se destruye, aun el pensamiento humano si logra escribirse y transmitirse por su buen contenido a la posteridad.
El estudiar un poco la historia de la humanidad permite afirmar que el hombre de una u otra forma siempre ha buscado dominar el tiempo y el espacio con su liderazgo y muchos escritores han plasmado esa historia dándole nombre y apellido a los científicos, a los guerreros y a los visionarios que sueñan en sus tiempos de tener una mejor calidad de vida, mas es común observar que la historia de esa humanidad es una ruleta de ganar y perder y que muchos de esos historiadores en el último siglo han podido describir para Venezuela un país de primera, segunda y tercera ola y que a lo mejor pueden escribir de la Venezuela rica en dinero y rica en necesidades, entendida esa riqueza como cantidad de no soluciones a lo que el pueblo requiere que precisamente no es el dinero la varita mágica de hacer que todo se transforme para el bien general.
En mi oportunidad de muchacho me era común oír el refrán “de buenas intenciones está empedrado en camino del infierno”, esto viene a colación cuando por obra y gracia apareció petróleo en esta tierra bendita de Dios, si las intenciones de Henry Ford se hubiesen llevado a la práctica tal vez tuviésemos las mejores carreteras del mundo y un imperio de carros con esa marca en el país, si se hubiesen materializado todas las buenas ideas de los gobernantes que ha tenido el país después de Gómez, tal vez fuéramos el país con el mejor nivel de vida del mundo, mas esto no es posible simple y llanamente porque siempre hemos querido ser una potencia colectiva y en ningún momento transformar a cada venezolano para que sea el mejor del mundo.
Muy cerca de nuestra generación observamos el desarrollo de los individuos de Alemania, Japón, Corea del Sur, China, etc., en donde su actual desarrollo se debe a la transformación del individuo para un comportamiento social productivo diferente al tradicional, quizás yendo en contra de la corriente histórica y de costumbres ancestrales, y es aquí que me devuelvo a pensar que no quisiera que un historiador de mi país escribiera algún día que ese petróleo que se transformo con el propósito de buscar el bien colectivo e individual sea también el causante de nuestros males inmediatos y futuros con marcada influencia de la destrucción de la naturaleza en la que estamos y compartimos la especie humana.
Los ejemplos hoy son emblemáticos: el Lago de Maracaibo, el Lago de Valencia, la Represa de la Mariposa, el Río Orinoco, el Rio Guara piche y porque no decir cualquier corriente de agua superficial de nuestro país que las tenemos sometidas a un proceso permanente de contaminación con productos de la transformación de ese petróleo generador de riquezas y el final promotor de males que todavía no hay mente humana que pueda calcular.
En este articulo no hay el menor propósito de críticas para nadie pero si hay el propósito firme de crear esa conciencia que permita hacer ver que, para que un país sea de primera, solo se llega cuando la suma de todos los individuos que pertenecen a ese país tengan el comportamiento de ciudadanos de primera y viene a mi mente nuevamente otro refrán muy viejo “el bolsa se conoce aunque use prendedor”, sóolo espero que quien lea este artículo no use prendedor petrolero y llegue a ser conocido como venezolano de primera en el mundo.
Unidos todos por la producción nacional.
@JGmendozabqrto