Venezolanos relatan como tuvieron que modificar sus hábitos alimenticios, a raíz del incremento desmedido de los productos en el mercado. Muchos se rebuscan con nuevas dietas, y se inventan estrategias para alimentarse lo mejor que puedan y gastar poco.
Periodistas de EL IMPULSO, realizaron un recorrido por distintos abastos y carnicerías de la ciudad para indagar acerca de los precios de las proteínas y lácteos, y conocer los testimonios de sus compradores.
La sucursal de un gran abasto –ubicado en la intercomunal Barquisimeto-Acarigua- es altamente visitada por ser uno de los comercios más económicos en la zona.
Omaira Lopéz relató todo lo que ella compra de proteínas, junto a su esposo, para alimentarse durante 15 días. Lo primero en su lista es un pollo entero que en ese abasto el kilo cuesta 16.000 bolívares.
Adquiere dos bandejas de carne molida, cuyo kilo es vendido en 16.805 bolívares, 8 kilos de sardina que cada uno vale 4.000 bolívares y una docena de huevos que se ubica en los 9.800 bolívares; Lopéz detalló que de vez en cuando se da el gusto de comprar 450 gramos de salchicha que cuestan Bs 21.500 o medio kilo de chorizo que equivale a 15.000 bolívares.
Quincenalmente gasta entre 100.000 y 150.000 bolívares para comprar lo mínimo de proteínas. Aunque es una cifra que puede variar, puesto que en su opinión, cada semana los precios aumentan.
“La única manera de poder comer proteína todos los días es estirándola. Normalmente preparamos platos con una gran cantidad de verduras, frutas o legumbres, y unos pocos gramos de la proteína. Yo pido el pollo entero porque no se puede perder nada, hasta los huesitos me los chupo y las viseras se las doy al perro de la vecina”, expresó.
En el abasto se podía observar que uno de los productos más llevados eran las patas de pollo, los cuales eran colocados en bandejas y vendidas por kilo en 5.525 bolívares. “Esto sirve para hacer unas sopas excelentes, aunque tristemente antes lo regalaban”, expresó una compradora en el sitio.
En el área de pescadería de un mercado en el centro de la ciudad, lo que la gente más llevaba era la sardina, al ser el resto de las especies sumamente costosas. Un kilo de pargo cuesta Bs 18.000, uno de bagre 16.000, e incluso los tentáculos usados para preparar las paellas, cuestan por kilo 54.000 bolívares. “Ya ni paella podremos hacer”, agregó Carmen Segovia.
En cuanto a los productos lácteos, el kilo de queso es vendido entre 25.000 y 45.000 bolívares en kilo, dependiendo del tipo. Sin embargo, los usuarios compran los lácteos por gramos para solo adquirir un poco de este y no gastar tantos recursos.
Es importante destacar que la vendedora de una carnicería –cuyo nombre no quiso revelar- aseguró que en las últimas semanas incrementó la venta de las viseras. “Antes las viseras se perdían y la gente solo se llevaba la mejor carne, ahora es al revés. La venta del producto se disparó como un alimento para animales, pero ahora los humanos andan consumiendo hasta las patas de las reces porque el dinero no les alcanza y es lo más económico”, expresó mientras detallaba que un kilo de este producto se ubica en los 7.000 bolívares.