Las calles del país se hacen cada día más peligrosas, por lo que caminar –o rodar- en ellas resulta una considerable exposición a los tentáculos de la delincuencia que andan desplegados en la búsqueda de su próxima presa.
El estado Lara no escapa de esta realidad nacional, y esto puede evidenciarse por la elevada e inusual cantidad de víctimas del hampa que ingresó, los últimos siete días, al Hospital Central Antonio María Pineda (Hcuamp) de Barquisimeto.
Algunos de los casos fueron fatales –cinco en total-. En otros, los ciudadanos tuvieron la fortuna de sobrevivir a las lesiones que sufrieron para contar lo suscitado.
Iribarren sigue comandando los renglones que miden los niveles de inseguridad en la entidad y, en esta ocasión, fue la jurisdicción que albergó 12 de los 20 hechos delictivos que se registraron en los últimos días.
En los municipios Palavecino, Urdaneta, Simón Planas y Andrés Eloy Blanco, también se suscitaron hechos sangrientos que recalaron en el principal centro asistencial de la región.
En las adyacencias de sus hogares
Estar cerca de casa ya no es sinónimo de tranquilidad y así lo pueden afirmar ocho de las víctimas que sufrieron los embates del hampa común en las adyacencias de sus hogares.
Tal es el caso de Orlando Alí Sangronis, de 31 años de edad, quien fue asesinado, la mañana de este domingo, a pesar de que entregó todas sus pertenencias a sus verdugos.
Explicaron familiares de Sangronis que este salió de su residencia (situada en la Piedad Norte de Palavecino), en horas de la mañana, hacia la iglesia evangélica en la que era líder y músico.
Allí pasó horas tocando guitarra, durante su primer servicio, hasta que tuvo que retornar a casa en su Aveo, marcha Chevrolet, a buscar un cable de su instrumento para poder seguir alabando a Dios a través de la música; le tocaba participar en el segundo servicio. Eran como las 11:30 p.m. del domingo y solo tenía que recorrer algunas cuadras.
Al llegar a su destino y estacionarse frente a su morada, fue interceptado por unos motorizados armados que lo hicieron descender del vehículo. Luego lo despojaron de celular y otras pertenencias.
Vecinos de Sangronis se dieron cuenta de lo ocurrido y pedían a gritos que lo dejaran quieto; sin embargo, le dispararon con un arma de fuego en la región pectoral izquierda. Los maleantes se fueron en el carro y la moto.
Tras la partida de este comerciante quedaron sin padre una niño de 8 años de edad, un pequeña de 5 y un bebé que posiblemente nazca la semana que viene -8 meses de gestado-.
Es de resaltar, además, lo sufrido por Numan Alcides Rojas, agricultor de 44 años de edad, a quien sometieron dentro de su hogar, en el sector San Antonio de Guache de Sanare, para quitarle su vehículo.
En horas de la noche de este lunes, el hombre fue sorprendido por seis sujetos y estos le dispararon en la pierna izquierda, según dijo a las autoridades. Lo ingresaron al Antonio María Pineda a eso de la 4:30 a.m. de este martes, proveniente del hosital de Sanare.
Palavecino mortal
Aparentemente el hampa que hace vida en el municipio Palavecino no tiene clemencia. Tres de los atracos suscitados en la jurisdicción –y que terminaron con lesionados en el Hcuamp-, durante los últimos días, culminaron en muerte. En dos casos, los occisos se opusieron al robo.
Uno de ellos era Ángel Manuel Ollarves Cordero, un sargento primero del Ejército Bolivariano, de 30 años de edad; quien se negó a cumplir con las órdenes de tres antisociales que lo abordaron en la Intercomunal Barquisimeto-Acarigua, unos 150 metros después del HíperLider.
El crimen se registró la madrugada de este sábado, cuando el militar caminaba con un compañero hacia el Fuerte Terepaima, después de pasar la noche en una discoteca cercana.
Una bala lo alcanzó en su pecho –salió por la espalda- y fue suficiente para terminar con su existencia. Los homicidas se fueron sin llevarse nada.
Cabe destacar el caso que causo revuelo del taxista asesinado en la urbanización El Recreo. Se llamaba Gustavo Alfonso Caló Torres y aparentemente lo llevaban secuestrado cuando intentó escaparse de sus captores, lanzándose de su vehículo, y le dispararon en la región auricular derecha.
El atroz crimen fue cometido la tarde del viernes. Los malhechores pasaron por encima del cadáver de Gustavo Alfonso con el carro para luego huir a pie.
Cabe resaltar que en la última semana también le arrebataron la vida a un estudiante de 17 años de edad y a un chef de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de 30 años de edad. En ambos sucesos las víctimas habrían forcejeado con los antisociales.