Venezuela es el país con menos moral para estar cuestionando la decisión soberana del gobierno de Perú, de solicitar visa a los ciudadanos venezolanos que viajen a esa nación, porque aquí se le exigía visado a países como Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia, aseguró el internacionalista y director de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, José Gerardo Arellano.
El especialista fue consultado en torno a la justificación que pudiera tener Panamá, para exigir visa a los venezolanos que migren hacia su territorio, asegurando que esta es una medida legal e incluso necesaria, y es una medida que toman los países para evitar que las migraciones se puedan convertir en un problema social.
Destaca que se aplica cuando se estima que el número de migrantes es muy elevado, que su presencia implica tener que atender sus necesidades básicas y el costo social que representa.
Arellano recomienda a los países en los cuales la población emigrante está creciendo, deberían prepararse y acudir a las Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o a Cáritas Internacional, indicando que estas son organizaciones con prestigio internacional, esperiencia en la materia y reconocidos como administradores en este tipo de escenarios.
Destaca que en estos momentos Venezuela no es un país atractivo para migrar, como sí lo fue en el pasado cuando el país era rico, advirtiendo que no cree que haya mucha gente interesada en vivir en nuestro país, donde lo que campea es el hambre, no hay medicinas, afirmando que además de ser un país pobre, está sufriendo de una fuerte represión y persecución de los ciudadanos.
En cuanto a la suspensión de la reunión del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), Arellano recordó que ya América Latina le dijo al Gobierno lo que quería en la Declaración de Lima. Asimismo, reconoció que aun cuando el gobierno venezolano se burló del Vaticano, la Iglesia sigue trabajando en busca de una solución para la crisis venezolana.
Reconoce en entrevista radial, que el Gobierno no ha cumplido con los compromisos adquiridos en las negociaciones que se han adelantado, indicando que lo que ha hecho es ver pasar el tiempo para perpetuarse en el poder.