Desde hace más de ocho meses, una copiosa cantidad de agua potable se desperdicia en la urbanización Club Hípico Las Trinitarias, al este de Barquisimeto, por una avería que Hidrolara no ha resuelto, pese a las insistentes solicitudes de los vecinos. Mientras en otras comunidades de la región larense sus pobladores pasan períodos largos sin agua, allí se pierde en abundancia, lamentan los vecinos.
El problema, al parecer, es una rotura en la tubería matriz de la calle nueve del sector. Por la humedad se han abierto unos siete pequeños orificios en la capa de asfalto y por allí burbujea el agua sin parar las 24 horas de día, en algunas ocasiones con tanta abundancia que llega a cubrir hasta la acera, como lo indicaron dos residentes de esa zona, Luis Pargas Mujica y Nohemy Rondón.
El permanente pozo de agua en la entrada de la calle nueve durante tan prolongado tiempo ha hecho que una parte del riel del portón eléctrico se haya aflojado y está a punto de romperse. Pargas calcula que diariamente pasan por allí unos 40 carros livianos. El peso de estos y el del camión del aseo que atraviesa ese trecho entre la semana combinado con la fragilidad que para estas fechas es posible que tengan las capas interiores del suelo, Pargas teme que de un momento a otro se hunda.
Debido a la avería, una de las viviendas ha quedado privada del servicio público y en el resto de las casas llega con poca presión el líquido. Los habitantes de la calle contigua –la número 10-, añadió Rondón, también están sufriendo las consecuencias de este daño en el sistema de distribución de agua, pues llega con menor cantidad que antes.
Preocupa también a los residentes que la tubería rota está cerca de la de gas, razón por la cual tampoco se han atrevido a emprender una reparación por cuenta propia, puesto que implicaría un riesgo importante.
Por eso, alertan a las autoridades de la hidrológica y de Pdvsa Gas a que acuerden la forma de proceder para reparar el daño lo antes posible. En el caso de que los empleados de las empresas tengan dificultad para entrar al sector por los recurrentes cierres en las vías, los habitantes se comprometen a cooperar para que los obreros cumplan su labor con calma.