La entrega de La Posta, es una tradición que tienen en el pueblo todos los sanareños, es como especie de una antorcha que viene encendida de otras ciudades y en el municipio Andrés Eloy Blanco, suele causar revuelo cuando se lleva a cabo dicho evento.
Hace tres día salió en manos de algunas personas desde el estado Miranda y su llegada fue en la noche del lunes 24 de julio, día feriado, por lo que la asistencia de muchos fue masiva, cuentan los pobladores de Sanare.
Mucha gente bajó hasta Quíbor para recibir a las personas y Edgar David Angulo Giménez (29) y Carlos Javier Villegas son dos de las personas que habían ido al municipio Jiménez.
Cuentan algunos pobladores que estos andaban en moto, aunque otros alegan que lo hacían a pie, lo cierto es que quienes los rondaban sí se trasladaban en una dos ruedas y los cazaron en toda la entrada del pueblo.
Los dos jóvenes quienes eran primos, fueron interceptados en la calle Comercio, en la esquina conocida como Dalia Azul y ante la mirada de muchas personas, sus verdugos sacaron sus armas de fuego y le dispararon a ambos en múltiples ocasiones.
El evento no fue empañado, pues La Posta logró llegar a la plaza Bolívar, pero los cadáveres de ambos quedaron en la entrada del pueblo.
El hecho fue alrededor de las 8:15 de la noche y a las 8:30 el señor Edgar Angulo, quien reside en Barquisimeto, recibió una llamada, donde le indicaban que habían asesinado al mayor de sus tres hijos.
Dice desconocer lo sucedido, lamenta no haberse comunicado con su hijo en toda esta semana, a pesar de que el domingo estuvo en el pueblo y lo vio pasar en la moto, pero no lo pudo saludar.
Relató que su hijo era jornalero, y con su muerte deja huérfano de padre a tres niñas.
Sobre su primo, manifestó que los jóvenes eran familia por parte de la madre, pero desconoce sobre la procedencia del muchacho.
Los residentes de Sanare, que no quisieron identificarse por temor a represalias comentan que uno de los jóvenes estaba metido en problemas, indican que había sido señalado por algunas personas de apropiarse de motocicletas en el mismo pueblo, pero no había sido denunciado ante las autoridades.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, manejan el caso como una venganza, pues las víctimas no fueron despojadas de pertenencia alguna. De igual forma comenzaron con las investigaciones.
