Entre caminos zigzagueantes despertó la población barquisimetana, luego del paro cívico de 24 horas, efectuado el pasado jueves en todo el país. Las principales arterías viales amanecieron obstaculizadas, por lo que más de uno tomó “caminos verdes” o calles alternas para llegar a su destino.
La convocatoria no se trató sólo de paralización de las actividades, sino también de expresión del malestar social en la calle, razón por la cual la ciudadanía, desde diversos puntos de la ciudad, cerró las vías con múltiples objetos, que este viernes aún permanecían en las calles y avenidas obstaculizando el tráfico en zonas de Barquisimeto.
Escombros, basura, troncos de árboles y piezas metálicas formaron parte de las barricadas del pasado jueves, que según la misma ciudadanía fueron dispuestas para proteger sus hogares del ataque de cuerpos de seguridad y colectivos que reprimieron a los civiles en protesta pacífica.
El debate sobre la tala de árboles, sin distinción ni cuidado alguno en función de la especie vegetal o edad, continúa presente en la opinión pública, ya que la práctica ha generado el rechazo y/o justificación de diversos sectores.
Quienes han sido cuestionados al respecto, han aseverado que plantarán nuevos árboles por los que han sido destruidos.
En la zona oeste de la ciudad, las expresiones de calle subieron de tono. El malestar de la ciudadanía, se logró apreciar con los restos de una protesta que aún ayer permanecían presentes.
Sólo en la avenida Florencio Jiménez, desde el Cementerio Municipal del Oeste, hasta la avenida Libertador con calle 42, se contabilizaron 59 obstáculos en la vía, a partir de diversos objetos. Vale destacar que 38 de estas empleaban estructuras metálicas que eran atravesadas al ancho de la vía, con lo que impedían el tránsito de cualquier vehículo.
También eran dispuestas para proteger las puertas y portones de accesos a urbanismos.
Los restos de protesta de este día, diseminados en toda la ciudad no sólo generaron ayer colapsos viales en importantes zonas de la entidad, también simbolizaron la postura de un grueso de la ciudadanía que reclama ser consultada, atendida y respetada.
