El expresidente peruano Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, pasaron su primera noche en prisión tras entregarse a la justicia acatando la orden de 18 meses de prisión preventiva, acusados de lavado de activos por recibir fondos de la brasileña Odebrechet para su campaña electoral.
La pareja, padres de tres hijos menores de edad, durmió en la carceleta del Palacio de Justicia, desde donde serán enviados a centros de reclusión por separado en el transcurso del viernes.
Ironías de la vida, Ollanta Humala compartirá prisión con el expresidente Alberto Fujimori, contra quien se rebeló infructuosamente en el año 2000 cuando era militar y agonizaba el régimen autocrático de Fujimori.
Fujimori cumple una condena de 25 años por corrupción y crímenes de lesa humanidad en una base policial al este de Lima. Ahí ocupa un amplio espacio, donde se dedica a la jardinería.
Por su parte, Nadine Heredia, ocupará una celda en la cárcel de mujeres ‘Virgen de Fátima’, en Lima.
«Están anímicamente bien, fortalecidos por la decisión de someterse a la autoridad del juez. ¿Cuántos políticos en el Perú son capaces de eso?», resaltó el abogado de la pareja, Wilfredo Pedraza.
La prisión de los Humala arrojó una desoladora escena sobre el prestigio de la clase política: cuatro de los últimos cinco presidentes en 25 años están salpicados por escándalos de corrupción.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski graficó esa sensación al ponderar los esfuerzos de la justicia por acabar con la corrupción, en un país que ha quedado impactado por el paso del gigante brasileño Odebrecht en la mayoría de casos investigados.
«La imagen del Perú (en lucha anticorrupción) es buena, es un país que ha tomado medidas drásticas, con un gran costo económico sin duda pero que están surtiendo efectos», dijo a periodistas el mandatario.
Kuczynski calificó de «histórico» el fallo judicial, señalando que «al final es muy triste lo que está pasando (…) Es un día trágico para la familia de Ollanta y Nadine», acotó.
Además de los encarcelados Humala (2011-2016) y Fujimori (1990-2000), los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006) y Alan García (2006-2011) se encuentran procesados por corrupción.
Toledo vive profúgo en Estados Unidos, desde donde Perú busca extraditarlo para que cumpla 18 meses de prisión preventiva por un presunto soborno de 20 millones de dólares de Odebrecht. García, por su lado, es investigado por el caso del metro de Lima, que Odebrecht construyó a cambio de prebendas a funcionarios del gobierno de García.
«Lamento que expresidentes de la República estén comprometidos en investigaciones de corrupción», dijo a la cadena CNN el presidente del Poder Judicial, el juez Duberlí Rodríguez.
Humala irrumpió en política en 2006 como candidato presidencial con apoyo del venezolano Hugo Chávez, antes de alinearse en 2009 con el líder brasileño Luiz Inacio Lula da Silva y la mandataria Dilma Russeff, quien lo respaldó en las elecciones de 2011 como parte de la proyección geopolítica de Brasil en la región.