La crisis política en Venezuela repercutió en el Juego de Estrellas por pronunciamientos de sus dos beisbolistas más emblemáticos, aunque ninguno estuvo en la exhibición de mitad de temporada.
Miguel Cabrera, dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, colgó una serie de videos instantáneos en su cuenta de Instagram en los que habló de amenazas y pagos de sobornos a terceras personas para velar por la seguridad de su familia en su ciudad natal de Maracay.
«Por favor no le hagan nada a mi familia, se los pido», dijo Cabrera en uno de los videos que grabó.
«Si vas a Venezuela, te quiebran, me matan», añadió en otro.
A lo largo de su carrera, Cabrera ha evitado inmiscuirse en temas políticos, pero expresó su apoyo a la ola de protestas antigubernamentales en Venezuela que llevan más de tres meses: «Yo protesto por la verdad, que se acabe el comunismo en Venezuela».
El retirado campocorto Luis Aparicio, único venezolano en el Salón de la Fama, declinó participar en una ceremonia previa al Juego de Estrellas, en el que fueron homenajeados todos los peloteros latinoamericanos que han sido exaltados a Cooperstown.
En un mensaje escrito en Twitter, Aparicio apuntó a la crisis. «Gracias MLB por el homenaje en el ASG2017 pero no puedo celebrar mientras los jóvenes de mi país mueren luchando por ideales de libertad».
Las protestas han dejado al menos 92 muertos, más de 1.500 heridos y cientos de detenidos.
Los mensajes de Cabrera y Aparicio no pasaron inadvertidos entre sus compatriotas que fueron seleccionados para el juego en Miami.
Ender Inciarte, el jardinero central de los Bravos de Atlanta que fue elegido para su primer Juego de Estrellas, manifestó que la situación en su país es «triste» y que «nadie puede ignorar».
Refiriéndose a Aparicio, Inciarte indicó que su compatriota se manifestó como «el Salón de la Fama que es, hablando por toda Venezuela y diciendo lo que está pasando en Venezuela».
«Por mi parte, yo solo trato de alzar mi voz para denunciar nuestra situación, para que las cosas puedan mejorar», añadió Inciarte.
«Es terrible lo que está pasando en mi país y solo Dios sabe lo que viene», señaló el receptor Salvador Pérez, de los Reales de Kansas City, que participó en su quinto Juego de Estrellas.
El año pasado, la madre de Pérez fue víctima de un robo de auto a punta de pistola en Venezuela. La madre, Yilda, no sufrió heridas.
«Venezuela es un país tan rico, pero ahora hay escasez», mencionó Avisail García, jardinero de los Medias Blancas de Chicago y debutante en el juego. «Lo único que quiero es un mejor futuro».
El temor por la seguridad en Venezuela es compartida por todos. Inciarte advirtió que las actuales circunstancias no son las adecuadas para que en el país se pueda disputar la próxima temporada de su liga profesional de béisbol.
«Depende de las próximas semanas. Si las cosas no mejoran, no se debería jugar el béisbol en Venezuela. Si las cosas mejoran, deberíamos dar ese regalo a la fanaticada y seguir jugando como lo hemos hecho todos los años», dijo Inciarte. «Yo amo el béisbol y me encanta la pelota venezolana, y sé que muchos fanáticos viven de eso».