Este domingo 16 de julio, los venezolanos viviremos un proceso inédito e histórico. Los sectores democráticos del país, encabezados por la MUD, y en uso del derecho que le confiere a todo ciudadano el artículo 70 de la Constitución Nacional, han convocado a una consulta popular para preguntarle al país si rechaza o no la denominada Asamblea Constituyente solicitada por el Presidente de la República y no sometida a la consulta previa que prevé el artículo 347 constitucional, por ser el pueblo depositario del poder constituyente y el único, según ese artículo, que puede convocarla.
El gobierno desea realizar, a como dé lugar, la elección de quienes serían constituyentes. Hemos oído a Maduro solicitar nóminas de la administración pública, para obligar a los empleados públicos, a votaren esa espuria elección. Es decir, el gobierno está consciente de su poca capacidad de convocatoria y por eso se vale de cualquier instrumento para llevar a cabo la elección mencionada e instalar una ANC. La mejor forma de aniquilar esa convocatoria madurista, es la consulta popular del 16 de julio. La presencia de millones, de millones de venezolanos en las calles ese día, manifestando su voluntad de impedir una nueva violación de nuestro texto fundamental y la instalación definitiva de un régimen comunista que la inmensa mayoría de los venezolanos rechaza, es acudir a la consulta popular del 16J. El gobierno nunca podrá llevar a su votación del 30 de julio, ni una cuarta parte de quienes estamos dispuestos a acudir al proceso del 16 de julio y eso producirá que el régimen quede al descubierto, desnudo y claramente demostrado su escaso apoyo popular. Por esa razón, los acontecimientos de los últimos días debemos recibirlos con mucha cautela. El régimen nos quiere distraer y hacer bajar el esfuerzo que se hace para el éxito de la actividad del 16 de julio. No hay nada a lo que el régimen le tema más que a la presencia en la calle del pueblo, único y verdadero soberano, manifestando su voluntad de vivir en libertad y democracia. Debemos repetir incansablemente, que sin consulta popular previa, no puede haber ANC. Es demasiado grave convocar una ANC para “refundar” la república, sin consultarle al pueblo su parecer. Es un retroceso en relación a los derechos humanos de los venezolanos que ya en procesos anteriores nos pronunciamos sobre este tema. Nuestra Constitución Nacional es muy clara también en su artículo 5: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejercerá directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la Ley…” Convocar una ANC sin la consulta popular, es como declarar casados a quienes no se les ha preguntado si desean casarse o no. Es decir, un acto nulo.
Fortalezcamos la convocatoria a la consulta popular del 16J. Allí el pueblo podrá decirle al gobierno ese no es el camino por el cual queremos andar, han desviado la ruta. El pueblo desea más participación, más democracia y más libertad.