”Se olvidaron de nosotros, como si no existiéramos, porque lo abandonaron, nadie se acerca a darnos alguna esperanza, y ya vienen las lluvias fuertes”.
La angustiante declaración corresponde a Euclides Vargas, vecino fundador del sector La Ribiera, que, junto al 13 de Abril y Ciudad de Dios, desde la noche del 8 de noviembre del 2015 no duermen tranquilos.
Como publicó EL IMPULSO en la oportunidad, ese día se produjo un hundimiento en todo el sector sur de la avenida Uruguay, dejando destruidas por completo varias viviendas y dejando otras en situación de riesgo.
Desde entonces, un grupo de familias fueron alojadas, provisionalmente, en la Villa Bolivariana, donde aún permanecen algunas, esperando la tantas veces prometida reubicación.
“Aquí sigue hundiéndose la tierra por las filtraciones profundas de agua, y las casas agrietándose, pero no tenemos para donde ir, y desde el gobierno no nos dan ninguna esperanza creible”, manifestó, por su parte, Alfredo Moreno, otro fundador de La Ribiera.
Mientras esa angustiante situación se vive en la parte baja de la avenida Uruguay, en la alta puede constatarse a simple vista que la tierra continúa hundiéndose, sobre todo entre la Cinemateca y el inicio del descenso de la vía.
Estudios técnicos calculan en más de 1 metro el hundimiento actual, que continúa, presumiblemente debido a la fractura del colector de aguas servidas Centro-Vargas, de 93 centímetros, o sea, 36 pulgadas.
Debido a esa rotura profunda, el la humedad está afectando el talud de granzón y arcilla y por eso la continuación de los hundimientos.
Existe un proyecto elaborado por el equipo técnico designado que debía ser ejecutado urgentemente antes de que terminen de colapsarse los muros de la avenida, por la que, nuevamente, están pasando vehículos, lo que incrementa los riesgos.
“Y las lluvias fuertes son en julio y agosto”, advierte Euclides Vargas, preocupado.