Los ataques suscitados el pasado viernes por parte de grupos de denominados “colectivos”, trascendieron de las agresiones a las que fueron sometidos hogares, personas e incluso, clínicas privadas.
Una situación de temor se vivió particularmente en la clínica Acosta Ortiz, en donde el ataque se produjo a mitad de la tarde cuando un grupo de civiles armados ingresó a las instalaciones del reconocido centro de salud.
“Al menos 30 personas ingresaron a las instalaciones con armas cortas y largas”, denunció Raúl Acevedo, presidente de la Asociación de Clínicas Privadas en Lara y representante de la Acosta Ortiz.
El grupo de “paramilitares” llegó en vehículos identificados con logos de algunas instituciones gubernamentales, expuso. En la arremetida los mismos generaron destrozos, en donde se demostró la saña con la que actuaron, puesto que el hecho de romper puertas y ventanas no les generó beneficio alguno.
Asimismo robaron dos monitores de computadoras, puntos de ventas, teléfonos fijos e inalámbricos y pertenencias a las personas que se encontraban en el lugar al momento del hecho.
Acevedo expuso que al hacer el llamado a la policía del estado, Polilara, los mismos indicaron que no podían dirigirse al lugar, respuesta que calificó como una manera de “lavarse las manos” por parte del organismo de seguridad.
No solo la Acosta Ortiz fue acechada, el representante indicó que las clínicas Santa Cruz, San Juan y el Hospital Privado, también sufrieron la presencia de los “colectivos”.
“Se hace un llamado a las fuerzas vivas del Estado, gobernador, alcalde de Iribarren, alcalde de Palavecino, comandantes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), ZODI y REDI para que se encarguen de resguardar a la ciudadanía”, expresó Acevedo.
El mismo destacó el hecho de que al tratarse de centros de salud no se puede actuar como cualquier otra institución que simplemente cierra sus puertas, sino que deben mantenerse al servicio del público.
“Incluso a ellos mismos (civiles armados) los hemos atendido de manera gratuita, no entendemos por qué nos pagan con esa moneda”, se preguntó.
Dio a conocer además que aparentemente en el Hospital Pastor Oropeza Riera, correspondiente al Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) el viernes se dio la orden al personal de desalojar de las instalaciones, además de esto recordó la reunión que mantuvo Luis Reyes Reyes junto con el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, aunado al audio que presuntamente corresponde al concejal Jesús Superlano; son situaciones que ve como “muchas coincidencias” para los hechos que acontecieron el mismo día.
Espera que los cuerpos de seguridad acepten reunirse con los miembros de las clínicas privadas quienes esperan plantearles su situación con el fin de que estos se encarguen de resguardar y no de actuar de manera pasiva o complaciente ante los hechos de violencia como los que se generaron.
Los hechos
“Yo iba saliendo, eran como las 3:30 de la tarde. Un doctor mayor me dijo que saliéramos juntos y eso íbamos a hacer. Cuando estaba en la salida vi una camioneta blanca con algunas personas encapuchadas y con armas, fue cuando me devolví y le dije al vigilante que cerrara la reja.
En el momento que estaba cerrando, llegaron los colectivos, lo golpearon e ingresaron”, denunció Gerardo Gutiérrez, médico del centro de salud.
Señaló que al momento en que ingresó el grupo armado se encargaron de generar destrozos durante los aproximadamente ocho minutos que duró la arremetida.
Extintores de fuego y un microondas también fueron robados por los llamados “colectivos”, quienes además agredieron al personal trabajador y pacientes. Además pretendieron arrancar las cámaras con intensión de no dejar evidencia, expuso el galeno.