Este jueves el director ejecutivo del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, explicó que desde el 1 de abril hasta la fecha, han perdido la vida un total de 80 personas (cifra de su Twitter) en el transcurso de las protestas y 48 personas (se contabiliza el de ayer) han sido asesinadas presuntamente por agresiones de Policía Nacional Bolivariana, Guardia Nacional o Policías Estadales.
“En el caso de Fabián Alfonso Urbina Barrios que fue asesinado el pasado 19 de junio, ya hemos analizado que 16 personas han sido presuntamente asesinadas por funcionarios de la Guardia Nacional y ahí es importante notar que ya no se trata de simplemente un asesinato, sino que en vista de la sistematicidad y el patrón de agresiones, podemos decir desde el foro penal que existen crímenes de lesa humanidad que llamamos la atención de la Fiscal en ese sentido”, explicó.
Sugirió que la Fiscalía inicie investigaciones “atando cada uno de los casos, porque hemos podido determinar que varios de los asesinatos tenían algún tipo de relación”.
“Juan Pablo Pernalete, murió por el impacto de una bomba lacrimógena a un costado de la Plaza Altamira, pero en el mismo sitio fue atacado Oscar Navarrete, quien al día de hoy se encuentra en estado vegetal y presumimos que fueron los mismos funcionarios que asesinaron a Pernalete. Miguel Castillo quien fue asesinado en Las Mercedes conocía y tenía contacto con Armando Cañizales, sin embargo, lo curioso es que esta persona conocía a Oscar Navarrete y conocía a Juan Pablo Pernalete y podemos decir que de alguna forma existe una interconexión en los casos y por eso nuestro llamado es a que las investigaciones vayan en ese sentido”, precisó.
Comentó además que hay una persecución política en Venezuela desde el cuatro de abril de 2017, cuando iniciaron las protestas de calle que han provocado 3264 encarcelamientos que conllevaron a torturas y tratos crueles contra los detenidos. Romero pidió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que tomen consciencia de sus actos, porque en un futuro no habrá inmunidad, ni indultos por los crímenes cometidos.