La realidad de los pacientes renales cada día se vuelve más complicada por la falta de insumos y medicamentos. Esta situación no afecta únicamente a los adultos, también los niños sufren las consecuencias de lo denominada “crisis humanitaria”.
Quienes deben ser dializados peritonealmente han tenido una gran preocupación desde hace meses. “En noviembre comenzamos a ver complicaciones, pero los últimos meses, los pacientes han dejado de recibir sus bolsas y kits”, dijo Juan Bautista Chávez, nefrólogo del Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubilllaga (Hupaz).
El tratamiento es aplicado de manera diaria e incluso, dos veces por día; el hecho de no contar con el mismo puede generar consecuencias fatales, por lo que esto no es una opción para los padres quienes consideran que la vida de sus hijos está en manos del Gobierno, siendo este quien debe otorgar las divisas preferenciales a las empresas que se encargan de importar los insumos necesarios.
Lara es el estado con mayor número de menores que se dializan de manera peritoneal, son 6 los niños con esta condición en la entidad y que están en riesgo de no recibir sus tratamientos.
“De manera oficial no nos han informado nada, solo hemos visto que no van a cerrar los servicios que realizan la diálisis peritoneal, pero que 50% de esta población será pasada a hemodiálisis”, dijo el especialista.Sin embargo, dializarse peritonealmente no es un capricho. Esto se hace porque el paciente puede no tener las condiciones para tener una fistula y hacerse la hemodiálisis. Parte importante de esta población son precisamente niños, que no tienen las venas suficientemente desarrolladas como para ser sometidos a este proceso.
Las deficiencias en las distribución del tratamiento ha generado que los nuevos casos no puedan ser ingresados al sistema. Josneidy Jiménez es la madre de una niña de 6 años que lleva tres meses hospitalizada en el Hupaz para “garantizarle” su diálisis.
Si bien el centro de salud no recibe los insumos de parte de la empresa encargada, algunos familiares acuden al mismo para hacer donativos en caso de ya no ameritar las bolsas y kits; esto ha permitido hacer un plan de contingencia para brindar ayuda a quienes lo ameriten.
“Si a ellos que están dentro del programa no les llega ¿cómo van a ingresar a mi hija?”, se preguntó la madre quien ve con angustia la situación.
Sus días han cambiado desde hace meses, ahora debe mantenerse junto a su pequeña quien en una ocasión se recuperó y podía ir a su hogar, no obstante, sin tratamiento que llegue al lugar de residencia su estabilidad duraría poco, por lo que ha permanecido hospitalizada e incluso, se ha complicado por contraer una bacteria.
A pesar de su corta edad, la niña debe tomar 21 medicamentos diariamente, esto por supuesto complica el panorama de sus familiares quienes deben costear con estos, además de los exámenes de que deben hacerle.
Notablemente afectada Jiménez indicó que la situación que vive es sumamente complicada y lamenta que el Gobierno no le dé prioridad a la salud, ni siquiera por tratarse de niños.
Adelaida Pastrán es otra madre que vive una situación similar, su hija, a pesar de ser mayor de edad, tiene una apariencia de niña.
Lleva 8 años dializándose peritonealmente pero estos últimos meses han sido los más complicados por el temor de que solo cuenta con nueve días de tratamiento.
En el caso de su hija, sí logró optar por ser paciente de hemodiálisis, pero espera que ocurra un milagro y les llegue el material, puesto que de no ser así pasaría a ser otra paciente foránea que debe trasladarse, en su caso desde Moroturo, para ser dializada.