Sin embargo, pese a sus lágrimas, Gleiber Rivera sentía que los muchachos de Rafael Dudamel hicieron algo «muy especial» en el torneo disputado en Corea del Sur, a 14.000 kilómetros de distancia. El subtítulo en el Mundial Sub-20 era una inmensa satisfacción.
«Son campeones para nosotros», dijo Gleiber, aficionado de 29 años, a la AFP.
Vio el partido en un bar de Caracas junto con decenas de hinchas congregados ante las pantallas de televisión, muchos con camisetas vinotinto, apoyando a Adalberto Peñaranda, Yeferson Soteldo y todo un equipo que buscó sin descanso el empate tras el gol del inglés Dominic Calvert-Lewin.
Un penal fallado por Peñaranda, figura venezolana en el Mundial con dos goles y tres asistencias, fue un golpe letal. La pequeña multitud se llevaba las manos a la cabeza.
«Peñaranda es un jugador de primer nivel. Falló el penalti, pero ¿qué le podemos reprochar?», comentó Gleiber, con la voz entrecortada. «Nada que reprochar».
Culminado el encuentro, cuando los jugadores recibían su medalla de subcampeones, sonaron aplausos.
Otra ovación había despertado Dudamel minutos antes cuando reconoció el trabajo de los suyos en la señal de TV. «Soñaba con verlos campeones. Hoy no hemos podido dar esa alegría a nuestro país, pero estoy seguro que en nuestros corazones y nuestras mentes, en la historia de nuestro fútbol, serán los campeones», expresó el entrenador.
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) prepara un recibimiento por todo lo alto, el próximo martes, en el caraqueño estadio Olímpico de la UCV.
«¡Qué grande esta generación!»
Definida en declaraciones a la AFP como «una generación de futbolistas fabulosos» por el experimentado técnico venezolano Manuel Plasencia, los jóvenes que brillaron en Corea del Sur-2017 despiertan esperanzas en un futuro mejor.
Y es que la vinotinto absoluta, en contraste, ha tenido un rendimiento triste en la clasificatoria sudamericana al Mundial Rusia-2018, eliminada con seis puntos en 14 jornadas.
«Qué GRANDE esta generación. Me quito el sombrero (…). Me siento orgulloso, pelearon hasta el final», escribió en Twitter César ‘Maestrico’ González, mediocampista internacional de 34 años con experiencia en clubes de Colombia, Argentina y Brasil.
El furor por la Sub-20 creció. Por ello, a pesar de semanas de tensiones políticas en la calle, diversos establecimientos comerciales se entregaron al fútbol en Caracas y otras ciudades como Maracay, Valencia o Maracaibo.
El compromiso arrancó a las 06H00 locales debido a la diferencia horaria, por lo que los locales ofrecieron fiestas hasta el amanecer para los trasnochadores y desayunos para los madrugadores, todos aguardando por la esperada final.
Las selecciones masculinas de fútbol de Venezuela han ganado dos títulos en su historia, las medallas de oro en las ediciones de 1982 y 1998 de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. No obstante, jamás se había llegado tan lejos en una competición organizada por la FIFA.
«Orgullo»
El orgullo por la histórica actuación en el Mundial Sub-20 venció por goleada a la tristeza de la derrota en la final.
«Me siento orgulloso de estos chamos por el esfuerzo que han hecho. Con todo lo que estamos viviendo en Venezuela, necesitábamos alegrías extraordinarias», declaró a la AFP Enrique Olmedo, vestido con la franela de la vinotinto.
La aventura mundialista coincidió con momentos de agitación por la aguda crisis política y económica del país, entre protestas prácticamente diarias contra el presidente Nicolás Maduro, con 66 fallecidos y más de un millar de heridos desde el 1 de abril.
De hecho, la oposición vuelve a manifestarse este domingo en el este de Caracas, aunque esta vez honrando a los Sub-20. Dirigentes opositores llamaron a sus partidarios a vestir de vinotinto.
Líderes políticos de gobierno y oposición coinciden, al menos un rato, en las felicitaciones a los jugadores.
«Felicitaciones, muchachos. Han logrado hacer historia (…) Dios los bendiga», celebró Maduro en Twitter. «¡Su país, nuestra Venezuela, les da las gracias! Para nosotros son campeones y orgullo de esta tierra», señaló, por su parte, el excandidato presidencial Henrique Capriles, uno de sus mayores adversarios.
Pero la vinotinto tampoco ha sido ajena a las tensiones.
«Presidente, paremos ya las armas. Esos chicos que salen a la calle lo único que quieren es una Venezuela mejor», comentó Dudamel el jueves pasado, al lamentar las muertes en las protestas.
