La capilla del rectorado de la UCLA se quedó pequeña. Eran las 10:18 de la mañana cuando el padre Néstor Rojas, capellán de la universidad, se santiguó para dar inicio a la eucaristía que sería el preámbulo de la marcha que emprendieron 28 estudiantes rumbo a Caracas. 380 kilómetros y aproximadamente 9 u 11 días de camino.
En el recinto estaba repleto de valientes, de jóvenes dispuestos a dejarlo todo en el asfalto. También de padres que se mostraron llorosos ante el desafío asumido por sus hijos. Ambos grupos son valientes.
Si bien tomaron esta decisión hace apenas unos días se organizaron velozmente para uniformarse con sus franelas blancas y el mapa del país en el pecho. 380 km por Venezuela es el lema. Rosarios, banderas y estampitas de la Divina Pastora complementan el atuendo.
Había mochilas por todas partes. Muchos que se solidarizaron con la causa les hicieron llegar a los jóvenes medallitas, escapularios, alimentos y agua. Unos se abrazaban y otros se tomaban de las manos mientras elevaban plegarias y cantos propios de la homilía. Ahora más que nunca la oración debe estar presente.
La emoción visible en el rostro de todos anuncia que se trata prácticamente de un momento histórico.
“No sé si estoy despidiendo a mi hijo para la batalla pero así tuvo que ser en los tiempos de la independencia, así como me siento en este momento se tuvieron que sentir las mamás de la época”, expresó una angustiada madre que no pudo impedir que su hijo se sumara a la causa porque su gallardía es más fuerte que otra cosa.
Luego del Evangelio de San Juan el capellán dijo: “busquen su fortaleza en el señor y en su invencible poder”.
-Durante estos 380 kilómetros no se les olvide que Dios tiene poder. Utilicen las armas que Dios les ha dado para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque no estamos luchando contra fuerzas humanas sino contra fuerzas espirituales y sobrenaturales del mal que domina y gobierna estas tinieblas. Ustedes van siguiendo al Señor y este no los defraudará. Pongan su fuerza en el Señor porque vienen momentos fuertes y ustedes lo saben porque esas lágrimas que vemos no son gratis.
Rojas pidió un aplauso para los padres de los universitarios, el cual se sintió por más de un minuto.
-Estoy seguro que más de uno le imploró a su hijo que no fuera, aún así han sido generosos. Muchísimas gracias en nombre de todo el país. Ustedes van en nombre del pueblo, pero también de Dios porque la voz del pueblo es la voz de Dios y le tienen pánico a la voz del pueblo. Tenemos el deber de rezar todos los días por estos muchachos que están luchando contra las fuerzas del mal. El primer paso siempre tiene que ser Dios y no el último cuando tenemos el agua al cuello.
Keila Ordóñez, Miguel Machado, Wilson Torres, Wilmer Torres, Reimary Romero, Luis Mata, Paola López, Edgar Páez, Carlos Maramara, Luis Silva, Juan Gamboa, Darwin Canelón, Jinet Lara, Luis Serrano, Alejandro Contreras, Kristian Lovera, Luis Pérez, Pahola Camacho, son algunos de los caminantes que se dirigen a la Universidad Central de Venezuela, donde estudiantes de todo el país unificarán criterios en pro del restablecimiento de la democracia.
A las 11:16 de la mañana, una multitud los esperaba afuera del rectorado para acompañarlos hasta donde les fuese posible, hasta El Cardenalito, Caseteja, Yaracuy o Caracas. En ese momento los muchachos salieron entre aplausos, vítores y consignas, luciendo una chaqueta tricolor.
Los jóvenes arrancaron y se perdieron de vista por la carrera 19 y comienzos de la avenida Lara.
Ellos luchan por Venezuela
Wilmer Torres, UCLA
“No queremos más sangre. Ayer vimos como apenas un muchacho de 17 años moría a manos de un régimen al que ya no le interesa nada. Los estudiantes de la UCLA queremos enviarle un mensaje al Gobierno nacional. Cargamos rosarios y llevamos nuestra fe, sentimos que llevamos el peso del país y de la paz sobre nuestros hombros. ¿Qué hacemos con capuchas? ¿Qué hacemos con piedras? Si el país necesita paz. Decidimos salir con Dios, por Venezuela, con nuestra familia en el corazón. Sabemos que hay muchos riesgos en el camino. Tengo una hija, me duele dejarla pero más me duele no luchar por ella y mi país. Esto no es solo la universidad, es el destino de nuestra patria”.
Kristian Lovera, UCLA
“Me siento muy motivado porque estoy luchando por mi país y eso es indescriptible. Lucho por el país que todos merecemos. Esto es titánico pero sé que valdrá la pena. La otra opción es irnos del país pero no, prefiero luchar una y otra vez por Venezuela”.
Moisés Rojas, ULA
“Esta caminata es un reto, un tremendo ejemplo que le estamos dando al país, ejemplo de constancia para la juventud, ejemplo de resistencia, de coraje. El mensaje es que sí podemos echar para atrás la Constituyente. La juventud unida, las universidades autónomas unidas, los factores democráticos y las fuerzas vivas de la sociedad, pueden echar para atrás ese fraude. No podemos caer en la desesperanza, hay una juventud fuerte y guerrera, con la capacidad de hacer un mejor país”.
Keila Ordóñez, UCLA
“Nuestra misión es la reunificación de los venezolanos, de la familia venezolana que ha estado separada por un gobierno que nos ha quitado nuestras libertades y valores como sociedad. Todos los estudiantes de todas las casas de estudios venezolanas vamos a reunirnos en Caracas para luchar por nuestro país. Esa es nuestra meta”.
Paola López, UCLA
“Estoy cambiando mi tesis y mis pasantías por ir a luchar por mi país porque de nada me sirve graduarme sin tener un futuro. No quiero huir de mi país, me quiero quedar aquí, amo a Venezuela, quiero que mis hijos crezcan aquí, que mis familiares y amigos regresen”.