El ejército sirio realizaba este miércoles incursiones aéreas en los alrededores de Maret al Nomane, ciudad estratégica del noroeste del país controlada por los insurgentes, a pesar de que ambos bandos se mostraron dispuestos a aceptar la tregua propuesta por el mediador Lakhdar Brahimi, siempre y cuando el oponente la respete.
Damasco mostró el martes su voluntad de debatir la propuesta de alto el fuego hecha por el emisario internacional Lakhdar Brahimi para finales de octubre, con la condición de que los rebeldes respeten la tregua, mientras que éstos reclamaron primero el final de los bombardeos.
Sin embargo, sobre el terreno estos bombardeos no cesaban y las fuerzas del régimen se apoyaban en la aviación militar para retomar una región clave del noroeste para el paso de refuerzos militares hacia el norte de Siria.
A pesar de los intentos del emisario de Naciones Unidas (ONU) y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, que desde la semana pasada realiza una gira por la región para contactar con las potencias más influyentes, ninguna solución está prevista para esta guerra civil que ya causó 33.000 muertos desde marzo de 2011.
«Siria está interesada en explorar esta opción» de tregua, indicó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Jihad Maqdisi a la AFP. Pero subrayó que para que se produjera un alto el fuego, los insurgentes y los países que les apoyan también deben implicarse.
Maqdisi indicó que Damasco «está impaciente por hablar con Brahimi» para ver cuál es la postura de los otros países influyentes que visitó durante su gira, aludiendo a Arabia Saudí y Turquía, principales apoyos de la rebelión.
«Damos la bienvenida a una interrupción en la matanza, pero pienso que el llamado debe ser dirigido primero al régimen sirio, que no cesa de bombardear ciudades y aldeas de Siria», dijo Abdel Baset Sayda, jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición en el exilio.
Brahimi llegó este miércoles a Líbano, país vecino de Siria, dividido por el conflicto sirio entre pro y anti-régimen.
«Barriles de TNT» lanzados por aviones del régimen
En París, Francia reafirmó su apoyo político a la oposición al régimen de Bashar al Asad, al acoger una reunión de apoyo a los consejos revolucionarios civiles que administran las zonas «liberadas» en Siria.
Durante esta reunión, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, denunció el uso por el régimen sirio de bombas racimo.
«En los últimos meses, el régimen ha dado un nuevo paso en la violencia al recurrir a aviones caza Mig para el lanzamiento de barriles de TNT y más recientemente, y lo que es más terrible todavía, a las bombas racimo», dijo.
Entre las «zonas liberadas» en Siria, figuran la mayoría de las ciudades y pueblos de las provincias de Alepo y de Idleb, fronteriza con Turquía y donde, desde el domingo, el ejército lleva a cabo un contraataque para retomar el control de posiciones clave.
Especialmente importante es la ciudad de Maret al Nomane, que fue tomada el 9 de octubre por los rebeldes, lo que les permitió cortar la carretera que une Damasco y Alepo y atacar sistemáticamente todos los refuerzos que tratan de llegar hasta el norte por esta vía, la única disponible, al controlar los rebeldes las regiones rurales cercanas.
«Las fuerzas aéreas sirias llevaron a cabo no menos de seis incursiones aéreas desde esta mañana, especialmente sobre los pueblos de Deir Charqi, Marhtat y Bsida al este de Maret al Nomane», según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En la segunda ciudad de Siria, en Alepo, al menos cinco personas murieron este miércoles en bombardeos de las fuerzas del régimen y en los enfrentamientos entre soldados y rebeldes en las localidades de la provincia.
En la provincia de Damasco, varios cohetes cayeron en la ciudad rebelde. Dos civiles murieron por disparos en Bilalié, mientras que las localidades rebeldes de Artuz y Yabrud fueron bombardeadas.
Foto: Archivo
