La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, consideró el martes que el anuncio sobre la flexibilización migratoria en la isla no es más que otro engaño del presidente Raúl Castro para hacer creer al mundo que Cuba está cambiando, dijo en un comunicado.
«Estas llamadas reformas no son más que intentos desesperados de Raúl Castro para engañar al mundo haciéndole creer que Cuba está cambiando», dijo la congresista por Florida, que preside la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes en Washington.
«Cualquiera que sepa algo sobre la dictadura comunista de Castro de 53 años sabe que Cuba sólo será libre cuando la familia Castro y sus lacayos ya no estén en la escena», agregó la parlamentaria.
En un breve pero contundente comunicado Ros-Lehtinen indicó que las «violaciones de los derechos humanos en Cuba son tan comunes y perversas que algunas personas ven este anuncio como una gran concesión de la gerontocracia gobernante».
«Lo que el pueblo cubano realmente desea es tener la libertad de reunión, la libertad de expresión sin temor a largas penas de prisión y hostigamiento desenfrenado y la libertad de elegir a sus líderes en elecciones justas y transparentes».
Por el momento esta es la primera reacción en Washington de un portavoz político respecto al anuncio este martes por el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano de flexibilización de su política migratoria a partir del 14 de enero próximo.
La flexibilización prevé la supresión del permiso previo de salida y otras restricciones, vigentes desde hace décadas, pero culpó a la política de Estados Unidos por los límites de la medida.
Decretos publicados este martes en la Gaceta Oficial suprimen el permiso de salida que las autoridades podían conceder o negar a los solicitantes, los que debían pagar 150 dólares, elimina la necesidad de una carta de invitación para viajar al extranjero a un costo de 200 dólares y prolonga de once a 24 meses la autorización de estancia en el exterior de los ciudadanos cubanos.
A partir del 14 de enero, los cubanos sólo precisarán su pasaporte para viajar, además de las visas que eventualmente exijan los países a visitar.
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