Lo nuevo de la reciente propuesta del sistema de Divisas Complementarias (Dicom) es la ampliación de sus limitaciones. Así lo consideró Luis Oliveros, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien apuntó que se trata del mismo sistema de control cambiario con mayores trabas, lo que sigue sin estimular el aparato productivo.
Anteriormente no se limitaban los montos a personas naturales y jurídicas, como se plantea recientemente a $500 trimestral y $400.000 mensual, respectivamente. Además, para la solicitud se pedirá la declaración del Impuesto Sobre la Renta (ISLR), por lo que aquel que haya declarado como no contribuyente o que no tuvo beneficio fiscal, probablemente no pueda participar.
A esto se suma que el trámite sólo se podrá hacer con la banca públicas, mientras que en el pasado la solicitud se podía realizar también en la privada, de acuerdo con los bancos con los cuales se laborara. La limitante se presenta por los problemas de corresponsalía en el extranjero que ha registrado la banca pública. De allí que la persona compraría unos dólares cuya transferencia a cuentas internacionales o a proveedores podría complicarse.
Asimismo, Oliveros cuestionó que la colocación de órdenes se limite sólo a dos días por semana, mientras que con el esquema anterior se hacía diariamente.
El sistema pareciera aún más engorroso, ya que exige una suscripción al portal web del Dicom, mientras que en el pasado las solicitudes se podían hacer directamente con los bancos.
-Al final es el mismo sistema. Sólo cambian las personas que deciden quiénes serán los beneficiados… No soy optimista y no creo que esta sea la solución.
Aunque la tasa puede presentar una mejora con respecto al precio de 2016, sigue la tentativa de una oferta insuficiente.
Se calcula que en el arranquen se duplique el último monto del Sistema Marginal de Divisas (Simadi) de Bs. 700 en promedio y que podría llegar hasta Bs. 3.000. No obstante, existen proyecciones que estiman el dólar paralelo a Bs. 20.000 para el cierre de año.
Subrayó que la primera reacción del paralelo ante ajustes del tipo de cambio oficial es la alza, motivado a la menguada oferta.
Aunque el Gobierno insista en llamar a la participación de otros sectores con sus divisas, la tasa paralela sigue en ascenso, sumado a que no existen garantías de que a futuro esa persona pueda adquirir los mismo dólares a una tasa atractiva.
Sin transparencia
Negó que la propuesta sea transparente, puesto que se tratará de un esquema de bandas en el que el mismo Gobierno decidirá “arbitrariamente” su colocación, en beneficio propio y de algunos escogidos. Esto tampoco dinamiza la economía.
Al consultarle a Oliveros cuál es el propósito de mantener un sistema de bandas en política cambiaria, indicó que esto no sólo busca equilibrar el mercado sino brindar información a los agentes económicos sobre la disposición del Gobierno de actuar, en beneficio de la tasa, cada vez que esta choque con uno de los extremos. Da la percepción de compromiso para mantener la tasa.
Sin embargo, el esquema venezolano ha permitido un tipo de cambio flexible con la fluctuación. Existe un desastre cambiario.
No debe ser hacia la baja
A juicio del docente de la UCV lo ideal es colocar una tasa elevada, que estimule la inyección de divisas y en el proceso se estabilice hacia la baja.
Por tanto, es un error colocar una tasa promedio o baja, con una demanda represada y tasas extremamente divergentes, lo que sólo propiciará la acentuación de la caída, es decir, la repetición del error. Calificó el esquema como “un error conceptual grave”.
Sigue la discrecionalidad
En opinión del economista el esquema sigue sin atraer nuevas divisas y, a pesar de que el barril de petróleo registró una recuperación en su precio, Venezuela aún no cuenta con divisas suficientes para ofertarlas al mercado.
Se desconoce el patrón de selección entre unas y otras pujas u ofertas. Sin embargo, la limitante de los recursos y el control en sí mismo, propiciarían mayor discriminación y burocracia.
Aunque el llamado a los sectores productivos es generalizado, el analista no descarta que habrán empresas priorizadas sobre otras. Esto a pesar de que todos los sectores declaran necesidad de divisas para su reactivación
¿Y el Dipro?
Aunque no se hizo mención del Sistema de Divisas Protegidas (Dipro), se estima que el mismo continúe activo. No obstante, Oliveros, calificó esta permanencia como “un increíble sin sentido”, puesto que se regala el bien más preciado y escaso en Venezuela, el dólar, a Bs.10.