Con sus emblemáticas camisetas rojas, miles de simpatizantes del presidente Nicolás Maduro se movilizaron este martes «contra la violencia» durante las protestas antigubernamentales en Venezuela, que la oposición atribuye a la «salvaje represión» de militares y policías.
«Basta de fascismo», señaló Maduro al recibir a miles de chavistas que acudieron al Palacio Presidencial de Miraflores.
«El dilema está claro: o queremos paz o queremos violencia o queremos guarimba (protesta violenta), o queremos educación, trabajo y vida o una guerra civil», añadió.
«Constituyente o guarimba; votos o balas», dijo en alusión a su propuesta de una Asamblea Constituyente, cuya mitad de un total de 500 miembros serían electos con un sistema de elección sectorial.
La «marcha por la paz» del chavismo se produce al día siguiente de violentas protestas opositoras, que acabaron en disturbios y enfrentamientos, especialmente en el estado Barinas, cuna del fallecido expresidente Hugo Chávez.
La fiscalía anunció la muerte de cinco jóvenes en ese estado, elevando a 53 los muertos en 53 días de protestas, así como un millar de heridos. La organización de derechos humanos Foro Penal denuncia 2.660 detenidos, de los cuales 161 han sido encarcelados, ordenados por tribunales militares.