El lavado de manos es una de las maneras más fáciles de poner en práctica la prevención de enfermedades, tanto en el ámbito clínico como en el día a día de las comunidades, debido a que elimina gran parte de los gérmenes patógenos que recogemos al tener contacto con el medio ambiente.
Es un proceso rápido que debe hacerse adecuadamente y tiene una duración de un minuto aproximadamente.
En torno a este tema, estudiantes del decanato de Ciencia de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, organizaron las primeras jornadas sobre el correcto lavado de manos, una oportunidad para conocer la importancia de esta sencilla práctica que debe convertirse en un hábito tanto en la labor profesional como en la cotidianidad del hogar, para disminuir la proliferación de enfermedades.
La profesora Yudy Aranguren indicó que el lavado de manos es esencial para evitar el contagio de enfermedades intrahospitalarias y hacia las comunidades. Dentro de las jornadas, el objetivo era hacer reflexionar a los estudiantes del decanato sobre la importancia de hacer una buena higiene de las manos al estar en contacto con los pacientes.
El Día Mundial del Lavado de Manos se celebra cada 15 de octubre en más de 60 países en desarrollo, por iniciativa de la Unicef, como una forma de recordar que esta práctica tan sencilla como necesaria, es una de las conductas higiénicas más importantes para prevenir el contagio de enfermedades producidas por un virus y bacterias.
La enfermedad más conocida y que puede ser prevenida sólo con el lavado de manos es la gripe H1N1. Sin embargo, en el ambiente intrahospitalario se encuentran bacterias multiresistentes, que no responden a ningún tipo de antibióticos. Por lo tanto, los trabajadores de la salud (médicos y enfermeras) deben evitar la llamada contaminación cruzada de un paciente a otro o fuera del centro de salud.
El lavado de manos previene además la transmisión de enfermedades respiratorias, incluida la gripe, cutáneas, ayuda a prevenir también infecciones en los ojos, reduce la incidencia de infecciones intestinales, entre otros trastornos y enfermedades.
Es necesario lavarse las manos de forma frecuente durante el día, pero no hay que olvidar tampoco hacerlo en las siguientes circunstancias:
Antes de preparar la comida o comerla, antes de curar una herida y atender a alguien que esté enfermo, en caso de ser usuario de lentes de contacto, antes de manipularlos, ponérselas o quitárselas, después de haber ido al baño, e haberse sonado o tocado la nariz, tosido o estornudado. Además si se viene de la calle, en especial si se estuvo en lugares públicos como escuelas, hospitales, entre otros.
Cada año mueren en el mundo 3.5 millones de niños producto de enfermedades como la diarrea, hepatitis B, salmonelosis, neumonía, entre otros, que se transmiten a través de bacterias que se acumulan en las manos y que pueden evitarse con la simple práctica del lavado de manos o el uso de geles alcoholados.
Foto: Daniel Arrieta