“Paz que al alba se levante”: tomo este verso de Alberti para refutar la idea de que todos somos violentos y la Paz es imposible de lograr. Asunto que le conviene a los sectores que mediante la represión intentan acallar el descontento, provocando focos de violencia reactiva en manifestantes, especialmente los jóvenes, para obligarles a jugar en un tablero político que necesita de sus acciones y transformarlos en carne de cañón que legitime la violencia institucional. También a quienes suelen guerrear desde el teclado pero no participan en marchas ni protestas pacíficas, o de quienes confunden venganza con justicia.
“Paz que al alba se levante”, aunque la situación hoy llega a límites insospechables. A las piedras y actos de heroísmo, se añadió el uso de excrementos, sobre el cual un acertadísimo tuit de Blanca Figueroa —Médicos Unidos de Venezuela— alerta sobre las acciones escatológicas, pues laceran nuestros valores, esos que a fin de cuentas protegen nuestra humanidad. Paralelas, van las acciones de quienes creemos que ha de protestarse creativa y pacíficamente nutriendo la Cultura de la Paz, cuya validez ha sido demostrada en todos los conflictos sociales violentos, asunto que desestiman los que invocan la guerra civil como si fuera una fiesta que termina al amanecer.
“Paz en la Aurora del sueño”, pues en Venezuela, debemos reflexionar desde ya sobre los procesos de reconstrucción de los tejidos sociales específicos. La construcción de la Paz duradera exige el reconocimiento de los actores en conflicto, así como los actores involucrados, militares, militantes del PSUV, de la MUD, independientes, estudiantes, organizaciones de la sociedad civil, instituciones, universidades, gremios, sindicatos,en fin, todo el que mueva bien o mal, el molino de la historia.
Los acontecimientos de este mes nos muestran la urgencia de empezar a pensar una agenda de temas así como la metodología del proceso de construcción de la Paz, que incluye todos los acuerdos posibles, incluyendo los acuerdos parciales que tengan que ver con el manejo de la violencia gubernamental, institucional, militar, ciudadana, delincuencial, política, partidista, mercenaria e incluso los naturales espacios de convivencia, como los familiares, laborales y educativos. Ya nos enseñará modos y maneras, la Dra Nelly Cuenca, abanderada de la Paz.
“Paz en la acción del grande”: Habrá que construirla a partir del reconocimiento del Otro en temas álgidos como las detenciones arbitrarias, el juicio a civiles en Cortes Marciales, las muertes,los heridos en cuerpo y alma —la mayoría— traumatizados en lo emocional y lo psíquico. Del impacto en los niños y ancianos cuyas viviendas fueran afectadas por lanzamiento de bombas y artefactos de guerra dentro de casas y apartamentos; las dificultades de acceso a los centros de salud y atención médica escasa por falta de insumos en hospitales; en fin, el tema de víctimas y victimarios, que requerirán acuerdos y mecanismos de implementación, verificación y refrendación.
“Y en la ilusión del pequeño”. Intimamente imbricada la Paz a la protección de los niños mediante la reconstrucción de la Democracia. Quizás haya que comenzar a objetivar hechos, actores y responsabilidades en todos las instancias, por cuanto es urgente construirla incluyendo, no discriminando; aprender a sumar sin dividir; reconocer a víctimas y victimarios. La práctica de la democracia también es la formación y responsabilidad política individual y aceptación de diversas ideologías, del respeto a la humanidad que cada uno lleva dentro, a fin de sustituir las confrontaciones por acuerdos; la destrucción, por reconstrucción. Se requerirá de negociaciones y consensos adecuados a las diversas situaciones de conflicto, así como la participación activa en foros temáticos, mesas regionales/ nacionales, de líderes políticos y organizaciones sociales, para ayudar a construir los consensos y objetivos realistas.
La No-Violencia, permite reconstruir el tejido social al incluir a todos los sectores sociales incluso los sectores democráticos del chavismo. Al confrontar la política de los sectores radicales del gobierno con acciones de Paz y concertación, se fomenta la solidaridad y el cumplimento de los Derechos Humanos sociales y políticos de todos. Reconstruir la Democracia, en el mejor sentido es mejorarla, ejercerla y mantenerla como patrimonio cultural, moral y político. Solamente en la “Paz que al alba se levante/ y a la noche no se muera”, podrá aplicarse la justicia, que no es venganza.