Pequeños, adorables y verdes, tienen un “noseque” que transmiten mucha paz, los bonsáis son unos árboles miniatura bastante particulares, para algunos son un pasatiempo, para otros una decoración digna de admirar, si eres amante de la naturaleza, ¡haz tu propio bonsái!
Este espectáculo de la madre naturaleza, hace mucho tiempo, captó la atención de los chinos, quienes encantados con sus retorcidos troncos y atrofiadas ramas, volvieron una práctica común sacarlos y resembrarlos en macetas decorativas, pero fueron los japoneses los que estudiaron y perfeccionaron el arte de cultivar bonsáis, usados en un inicio, solo por las clases privilegiadas de la antigua Asia y al romper las barreras culturales, comenzaron a captar la atención de todo el mundo.
Muchas personas saben lo que es un bonsái, pero son pocas las que tienen conocimiento de cómo cultivarlo, prefieren no arriesgarse, por el mito ser un arte complicado, que requiere de tiempo y dedicación. Si bien es cierto que requiere tiempo, es un proyecto que nos puede traer mucha satisfacción, al hacerlo nosotros mismos y lo de “complicado”, nada que ver.
Escogiendo el árbol
Lo primero que debes tomar en consideración, si quieres ver crecer tu árbol sano y fuerte, es el clima donde va a estar. Nosotros tenemos un clima tropical, por lo tanto, lo ideal es escoger una especie que se adapte a esta temperatura. Existen plantas tropicales que se pueden convertir en bonsáis, pero no todas son apropiadas, debes asegurarte de escoger una especie que pueda vivir en tu zona, lo ideal es consultar con un especialista si no sabes cual comprar. Sin embargo, te damos algunas recomendaciones capaces de adaptarse a climas cálidos:
Ficus (Retusa y ginseng), Olmo chino; Jade
Semilla, esqueje o adulto
Hay tres formas en las que puedes obtener este pequeño arbolito, todo depende de la dedicación que estés dispuesto a brindarle y si prefieres o no, participar directamente en su crecimiento. La semilla es la opción que lleva más tiempo por lo tanto, si eres fan de las plantas, puede ser la opción mejor se adapte a ti, además permite modificar el tamaño del bonsái a tu gusto. Otra opción que lleva menos tiempo e igual da la libertad de cuidar su crecimiento, es por medio de esquejes, que son ramas cortadas de árboles en desarrollo y trasplantadas para crear uno idéntico. Por otro lado, si quieres es darle forma más rápido, lo mejor es comprar una planta que ya esté más formada.
Es momento de la maceta o tiesto
Hay que escogerlo bien, porque es este el que impide el crecimiento. Elige uno que vaya bien en cuanto a tamaño, color y estilo, porque un bonsái es un conjunto árbol-maceta. Toma en consideración el drenaje, para evitar que las raíces se pudran, debe tener uno o más agujeros en la parte inferior, si no los tiene, hazlos tú mismo y coloca una malla para evitar que se salga la tierra. Algunos prefieren sembrarlos en recipientes un poco planos y luego transferirlos a tiestos más bonitos, cuando hayan crecido.
¿Por qué trasplantarlo?
Es importante para el bonsái porque le brinda nutrientes importantes para su crecimiento, además de prevenir que se sature la tierra de raíces y muera por tener poco espacio. Mientras tu árbol este joven aún, puede que necesites hacer esto cada uno o dos años, mientras más viejo, necesitará ser trasplantado con menor frecuencia. Si al levantarlo de la maceta, ves que tiene las raíces enrolladas, deberás limpiarle la tierra vieja, cortarle las que tenga largas y volverlo a plantar con sustrato nuevo. Si al contrario, no se ven las raíces, significa que está a gusto y tiene espacio suficiente
Cuidando tu nuevo bonsái
Estas plantas necesitan ser atendidas un poco más que el resto. Toma en cuenta que la tierra debe ser suelta, granulada, que le permita tener un buen drenaje y los deje respirar por sus raíces. El abono también es importante, puedes elegir entre abonos líquidos o sólidos, siguiendo las instrucciones que aparezcan en el envase del producto, recuerda, nunca abonarlo de más, porque podría enfermarse. En cuanto al riego, dependerá del tamaño, la especie y el clima, lo que hace muy difícil decir con exactitud cuándo debes regarlo, es mejor hacerlo cuando veas la tierra un poco seca y si es así, será necesario aplicarle abundante agua, hasta que salga por los agujeros de la maceta.
Un corte de puntas o un cambio de look
¡Hora de las tijeras!, la poda es el paso más importante, debe realizarse todo el año, tomando en cuenta que los árboles tienen tendencia a crecer más en la parte superior y en los bordes exteriores de las ramas, mientras que la parte inferior, muere. Esto es lo que se debe evitar en un bonsái, resulta esencial podar la parte superior, para permitir el crecimiento parejo de sus ramas y hojas. Además, por medio de la poda, podemos darle la forma que elijamos, solo recuerda no pasarte con las tijeras.
