Un nutrido grupo de adultos mayores se concentró este viernes en la Plaza Brión de Chacaíto, con el objetivo de marchar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo en el centro de Caracas, sin embargo, los cuerpos de seguridad del Estado no lo permitieron.
La movilización inició pasadas las 11 de la mañana cuando los abuelos decidieron emprender marcha a paso lento pero seguro por el bulevar de Sábana Grande, lugar donde fueron interceptados por un primer piquete de la Policía Nacional Bolivariana.
En este primer escollo los ánimos se caldearon y un funcionario roció gas pimienta a los representantes de la juventud prolongada que se encontraban al inicio de la marcha, sin embargo, el diputado de la Asamblea Nacional, Ismael León, dialogó con los funcionarios quienes permitieron el paso, por la avenida Francisco Solano López.
Superado el primer piquete, una nutrida movilización caminó con alegría y entonando consignas, exigiendo que se respeten los derechos de los pensionados y jubilados, quienes deben cobrar por Ley, el bono de alimentación aprobado por la Asamblea Nacional y refrendado por el Tribunal Supremo de Justicia.
En este sentido, Lourdes Torres, pensionada del Instituto Venezolano de Seguros Sociales, declaró a EL IMPULSO que «el gobierno está en la obligación de pagarnos nuestros cestaticket, porque la Asamblea Nacional aprobó eso. Ahora se inventan un bono especial que lo van a pagar con la pensión, pero eso no alcanza para nada porque la comida está muy costosa y las medicinas que nosotros necesitamos también cuestan un ojo de la cara».
Afirmó que seguirá en las calles exigiendo el cese inmediato de la dictadura, pues opina que sus hijos y nietos deben tener un mejor futuro.
La movilización continuó por la avenida Libertador, sin contratiempos, hasta que dos murallas metálicas de los cuerpos de seguridad detuvieron a los adultos mayores en la esquina de Los Cedros, lugar donde los funcionarios informaron a los manifestantes que por órdenes superiores no podían continuar.
Nuevamente un grupo de diputados entre los que se encontraban Yajaira de Forero, Rafael Guzmán, Adriana D ´Elia, Ismael León, entre algunos otros, trataron de mediar con la policía, sin embargo, la negativa fue tajante y no se levantó la barricada.
Con un sentimiento de impotencia, los abuelos decidieron trasladarse hasta la parte baja de la Avenida Libertador, dejando un solo canal para el tránsito de vehículos y motos, lo que ocasionó el colapso total en una de las principales arterias de Caracas.
Anita Reyes, quien se encontraba en la manifestación con un bastón para poder caminar, relató que este Gobierno destruyó a Venezuela y por ese motivo salió de su casa, pese a su delicado estado de salud.
«Venezuela era bonita y preciosa, uno se agarraba de las manos, el que no tenía una cosa se la daba el vecino, ahora no, ahora todo el mundo quiere tener lo suyo metido en un bolsillo porque no se puede dar nada, porque lo que nos da este gobierno es bombas lacrimógenas, eso es lo que le manda al pueblo», opinó.
Con 67 años a cuestas, criticó que siendo una señora mayor, tenga que estar haciendo colas y recibiendo humillaciones para poder comprar comida y medicinas.
«No es posible que yo siendo una señora mayor, abuela y bisabuela, con mis piernas bien malas tengo que estar haciendo esto para que mi patria Venezuela pueda ser libre, como lo era antes y eso no se le perdona a Maduro. Tenemos que sacarlo de ahí como sea y tampoco queremos constituyente», sentenció.
La lucha es de todos
El gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, hizo acto de presencia en la marcha de los abuelos y también intentó mediar con los funcionarios de seguridad recibiendo una respuesta negativa a la petición de continuar con la movilización.
«Aquí nadie da la cara y lo lamento mucho, porque sé que aquí hay muchos funcionarios que son buenos porque efectivamente llevan ese uniforme con el compromiso para brindarle seguridad al pueblo», dijo.
Expresó que no se puede generalizar las acciones de los cuerpos de seguridad pues consideró que «existen funcionarios buenos».
«No podemos generalizar, si un policía vive de su quincena, sabe que esta quincena no alcanza y sabe que también le falta la comida en la casa. Esta no es una lucha por una partido político, es por un cambio para todos, que va a seguir», afirmó.
Indicó que los adultos mayores se movilizaron este viernes, porque ellos saben que la lucha es de todos y también deben aportar un nuevo granito de arena para recobrar la democracia.
«Se convocó a una movilización porque los abuelos así lo solicitaron y es nuestro deber protegerlos a ellos. Los abuelos son sagrados, nadie tiene derecho a atacar los abuelos”, agregó.
Dijo que el Gobierno presume de atender y respetar a la tercera edad, cuando en realidad los abuelos en el país están muriendo por la falta de medicinas y alimentos.
Pasada la 1 de la tarde, un representante de la Defensoría del Pueblo identificado como Alfredo Ruíz, llegó hasta el piquete policial en Los Cedros donde recibió un documento y escuchó las exigencias de los adultos mayores.