La frase “hay presión, obviamente” es del defensor central Gabriel Cichero y es diciente de la cruda verdad por la que atraviesa el Deportivo Lara en los momentos previos a su confrontación del domingo, 11 de la mañana en el Metropolitano de Mérida frente a Estudiantes, que viene de vencer (0-2) a Atlético Socopó, mientras que los rojinegros, por idéntico marcador cayeron en su casa de La Campiña en Cabudare ante Deportivo Anzoátegui, derrota que los apartó de las ocho primeras plazas que tienen cupo a la fase siguiente del torneo Apertura del fútbol criollo de primera división.
Los dirigidos por Leonardo González no han podido acuñar en sus últimas presentaciones un triunfo que les permita sobrellevar la crítica situación y los eleve de nuevo en sus aspiraciones, como sucedió en las primeras fechas del torneo nacional, cuando, a placer, se disfrutó de la cima durante varias semanas.
La frase de Cichero, “Hay presión obviamente, hay que ganar, necesitamos esos tres puntos, será muy fuerte porque ellos están peleando abajo y no quieren estar en esa posición, por eso hay que estar atentos con ellos”, esta en el contexto de una nota de prensa facilitada por la divisa crepuscular y viene a ser como un grito de guerra en procura de una victoria, porque una derrota en Mérida sería un verdadero mazazo y quiebre casi definitivo a las aspiraciones clasificatorias porque la siguiente confrontación será también en condición de visita frente a Monagas en Maturín, una plaza difícil para cualquier escuadra.
Además de la crudeza expuesta por el defensor rojinegro con experiencia en el fútbol europeo y en el seleccionado nacional, es decir, voz autorizada para hacerlo, en las filas del cuadro crepuscular debe haber conciencia clara que la articulación de las líneas es indispensable para un buen resultado.
En la cita frente a Anzoátegui, al igual que en las precedentes, la poca tenencia de la esférica atenta inmediatamente contra la línea defensiva, que en noventa minutos debe hacer agua ante los ataques insistentes del enemigo, y hay más, es que la falta de un enlace que transporte la esférica hasta los atacantes no deja de ser preocupante, mientras que los delanteros son piezas sin ninguna comunicación y por ende, se depende de las individualidades en la última franja de la cancha, para mostrarse en general como un elenco fracturado en su accionar.
También, en la jornada meridiana en Mérida, porque se jugará a las 11am, al frente estará un cuadro estudiantil ávido de buenos resultados en el intento de escaldar peldaños en el tablero, como lo pretende su nuevo timonel, Nabor Gavidia, quien siente en sus entrañas una divisa que defendió en sus tiempos de jugador.
Las acciones, que forman parte de la jornada 15 del torneo Apertura, estarán conducidas en esta oportunidad Yimmy García, quien, al igual que sus ayudante Yoly García y Serguey Rojas, proceden del cuerpo colegiado de árbitros del Táchira.