La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos se propone votar este jueves la derogación de la emblemática ley de salud de Barack Obama, una promesa de campaña del presidente Donald Trump que hasta ahora no ha podido concretar.
Los parlamentarios tienen previsto hacia las 17H30 GMT tratar nuevamente el proyecto para derogar y reemplazar el «Obamacare» después del fracaso de una primera iniciativa, el pasado 24 de marzo, que el gobierno retiró de la agenda para evitar su hundimiento.
«Votaremos sobre el programa de salud (…), porque tenemos votos suficientes», dijo a la prensa el líder de la mayoría republicana, Kevin McCarthy. «Pasará, es un buen proyecto», agregó.
Después de semanas de ajustes para tratar de alinear al mayor número posible de legisladores republicanos, la votación podría ser estrecha, pues ningún demócrata apoya la iniciativa.
La Casa Blanca y los líderes republicanos negociaron con las alas moderada y conservadora del partido a fin de elaborar un texto aceptable para la mayoría. La minoría demócrata de la Cámara baja se opone totalmente al proyecto, forzando a los republicanos a limitar a 22 las posibles defecciones.
Para ser aprobado, el texto necesita 216 votos, aunque los republicanos tienen 238 bancas. Si es aprobado, el proyecto debe ser debatido en las próximas semanas por el Senado, donde se prevé que será profundamente modificado.
«Te necesitamos»
Una versión anterior del plan republicano fracasó en marzo, cuando el rechazo tanto de moderados como de la derecha del Partido Republicano frustró el intento de Trump y los líderes partidarios de acabar con la Ley de Atención Sanitaria Asequible de Obama, aprobada en 2010.
Aparentemente los líderes republicanos consiguieron el apoyo de suficientes legisladores escépticos del proyecto, que contempla 8.000 millones de dólares para los costos de cobertura de salud de personas con enfermedades preexistentes.
Trump impulsa el nuevo proyecto modificado varias veces en los últimos días y se ha involucrado personalmente en el forcejeo, hablando por teléfono o cara a cara con algunos republicanos.
El anuncio fue hecho cuando el proyecto de reforma de salud ganó impulso debido a que dos influyentes representantes republicanos -Fred Upton de Michigan y Billy Long de Missouri- cambiaron de opinión el miércoles y dieron su respaldo a la iniciativa, tras una intensa presión ejercida por el propio mandatario.
«El presidente dijo ‘Billy, realmente te necesitamos. Te necesitamos, hombre’. Yo dije, ‘no me tienen'», contó Long a los reporteros en la Casa Blanca, al describir un tira y afloja con Trump, que buscaba convencerlo de apoyar la ley.
Long dijo que cambió de opinión después de que el presidente dio su apoyo a una enmienda que añade un suplemento de 8.000 millones de dólares para ayudar a financiar las pólizas de los llamados «grupos de alto riesgo», que absorberán los costos de personas con enfermedades caras, como el cáncer.
«Va a perjudicar a muchos…»
Upton se oponía anteriormente a la legislación, alegando que estaba en desacuerdo con una disposición que permite a los estados eliminar las garantías de cobertura a las personas con enfermedades preexistentes, algo que contemplaba el Obamacare.
Pero después de la reunión con Trump, Upton dijo que pensaba que el nuevo financiamiento bajo este proyecto podría «más que cubrir a aquellos que podrían verse afectados».
Muchos expertos en políticas de salud, sin embargo, aseguran que 8.000 millones de dólares son insuficientes para proporcionar cobertura a las personas enfermas.
La nueva ley «no sólo eliminará la cobertura de seguro de salud de millones de estadounidenses, sino que eliminará en muchos casos la prohibición de cobrar más por la cobertura a los que tienen condiciones médicas subyacentes», dijo el presidente de la Asociación Médica Estadounidense, Andrew Gurman, quien se opone a la iniciativa.
Para el legislador demócrata Frank Pallone, con este nuevo proyecto de ley sobre los seguros de salud los republicanos «quieren recuperar el antiguo sistema, volveremos a los tiempos el Viejo Oeste. Las personas no tendrán más protección».
«Este texto cobarde va a perjudicar a muchos, muchos estadounidenses», dijo por su lado el senador demócrata Cory Booker en MSNBC. Si es aprobado este jueves, el proyecto enfrentará un largo camino en el Senado, donde es casi seguro que los republicanos moderados le introduzcan cambios para tratar de lograr que sea aprobado.