Cerrar la Asamblea Nacional (AN) y evitar las elecciones libres y democráticas son los objetivos del proceso constituyente que convocó el jefe de Estado, Nicolás Maduro el pasado 1° de Mayo. Así lo expresó el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski.
Aunque había fijado posición minutos después de la decisión presidencial, advirtió este martes que el planteamiento no está establecido en la Constitución de la República, por cuanto se corresponde a la continuación de un golpe de Estado que inició formalmente en el mes de marzo.
“Lejos de calmar la crisis que ha llevado a la gente a pasar hambre, Maduro solo agrava la situación. Si aquí se hubiese celebrado el revocatorio, no estaríamos en las calles pidiendo el respeto a los derechos, ni solicitando elecciones (…) Ya de entrada avisan que el 50 % de los miembros de la Constituyente estará en manos de las bases que el oficialismo reconoce, es decir, que ya el Gobierno los eligió. A parte no hablan de voto universal, directo y secreto. No hay que ser experto en la materia para darse cuenta que el Gobierno pretende, por medio de una madurada, pasarse por encima de los venezolanos que somos el poder originario”, sentenció.
Descartó que el nuevo procedimiento guarde relación con el que se realizó en el año 99, cuando Hugo Chávez planteó un nuevo texto fundamental y se le permitió al pueblo elegir. “No decían que era la mejor Constitución, que iba a durar 100 años”, replicó.
Capriles enfatizó que de plantearse verdaderamente este escenario, el artículo 347 constitucional coloca a la ciudadanía como el depositario del poder constituyente originario, por cuanto tiene la última palabra por la vía universal, directa y secreta; en tal sentido, le correspondería al Presidente de la República solicitar ante el Consejo Nacional Electoral la convocatoria, pero no autonombrar un proceso de reforma a la Constitución con la excusa de “perfeccionar el sistema político, económico y social”.
“La única intención es que no haya elecciones. Ellos tienen en su mente que Venezuela tenga un sistema cubano o soviético; quieren desmontar la posibilidad de que el pueblo elija directamente gobernadores, alcaldes, presidente o diputados”, señaló.
A su juicio, la Constitución debe ser el resultado del mayor consenso de sus ciudadanos y no la imposición de una minoría sobre una mayoría que está clara y ha manifestado durante 30 días exigiendo apego a las normas. Ante este escenario insiste en aplicar el 333 y el 350, donde se destaca que cualquier figura que esté fuera de la Carta Magna podrá ser desconocida por el pueblo.
Protesta con firmeza
El también excandidato presidencial reconoció la valentía con la que el pueblo ha asumido este nuevo contexto de lucha, que se ha caracterizado, sin duda, por el recrudecimiento de la represión por parte de los funcionarios del Estado, sobre todo de la Guardia Nacional Bolivariana.
Recalcó que en Venezuela ya no se aplica la fuerza para contener el orden público sino para cometer delitos, lo cual se debe a una sola razón: desde que “la Revolución” se instauró en el país nunca se habían vetado las elecciones como en esta oportunidad.
“Si nosotros aceptamos esta simulación de legalidad, implicaría decir amén a lo que se le ocurra al Ejecutivo con el fin de perpetuarse en el poder. Debemos tener en cuenta que estamos en presencia de un Gobierno que arma a la gente, cuya gran oferta es darle un fusil a cada miliciano”, agregó.