Turquía podría tomar más medidas militares contra los insurgentes kurdos en Irak y Siria, mientras las fuerzas respaldadas por Estados Unidos que están en Siria toman los últimos vecindarios de lo que fue un bastión del grupo Estado Islámico, dijo el domingo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Estados Unidos ve a las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF por sus siglas en inglés) como el socio más efectivo para luchar contra el Estado Islámico en el norte de Siria, evaluación que ha sido reafirmada por los avances firmes que ha dado el SDF, dirigidas por kurdos, en contra de los yihadistas, pero ha complicado las relaciones con Turquía, que ve al componente kurdo del grupo como una extensión de un grupo terrorista operando dentro de sus propias fronteras.
En Estambul, Erdogan insistió que el respaldo de Washington a estos grupos «debe terminar», y agregó que discutirá este asunto en la reunión que tendrá el próximo mes con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El domingo, el SDF, que incluye combatientes árabes, tomó seis vecindarios que estaba controlados por milicianos de ISIS en Tabqa, de acuerdo con la agencia noticiosa Hawar.
Tabqa está a 40 kilómetros (25 millas) al suroeste de Raqqa, capital de facto del Estado Islámico e importante bastión para los milicianos. Está ubicada al lado del Dique Tabqa, una de varias presas que controlan el flujo del río Eufrates.
El Obrservatorio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que el SDF tenía un control «prácticamente completo» en Tabqa.
La ofensiva en Tabqa tuvo un punto de inflexión en marzo, cuando Estados Unidos les dio asesores de fuerzas especiales y llevó artillería en aviones a las espaldas de la línea del grupo Estado Islámico. Esto también resaltó la estrecha relación entre Washington y el SDF.
Turquía, sin embargo, se ha mantenido hostil a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, conocido como YPG según sus siglas curdas, que formó la columna vertebral del SDF. El YPG es cercano al grupo insurgente kurdo PKK en Turquía, que la OTAN y Estados Unidos han designado como organización terrorista.