Coinciden dirigentes políticos con destacados profesionales del país en que los resultados electorales obtenidos por el presidente de la República, Hugo Chávez, el pasado domingo, no cambiarán la situación del país porque el jefe del Gobierno, no obstante haber dicho que estaría dispuesto a la reconciliación y a sostener un diálogo con la oposición, sus palabras no inspiran confianza.
Ya ha dicho muchas cosas que no ha cumplido, incluyendo la utilización de un crucifijo pegado a su pecho, pues el líder del chavismo y presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela tiene un proyecto que él bien lo ha definido: socialismo del siglo 21, que no es otra cosa que el mismo modelo imperante en Cuba y, desde luego, teniendo como tutor a los hermanos Castro, Fidel y Raúl.
Ya en la campaña electoral y mucho antes, Chávez habló de profundizar su proyecto por considerar que debía proseguir con las expropiaciones que ya había hecho con bancos, fincas, empresas, supermercados y factorías, así como su programa ideológico y militarista, recalcaron los entrevistados.