Los Guaros de Lara (12-10) vivieron un aciago arranque de su gira de cuatro partidos lejos del Domo Bolivariano de Barquisimeto, al perder por barrida en su visita a los Trotamundos de Carabobo (15-9), 95-76 y 84-79 en el Fórum de Valencia, y quedarse sin entrenador, tras la destitución de Jorge Arrieta, tricampeón de la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) y quien guió al quinteto a su segundo cetro en la Liga de las Américas FIBA 2017.
La aspiración era quedarse con la serie particular y vengar la división de honores que se había concedido en casa en el mes de marzo, en especial por tratarse de un potencial rival de postemporada contra el que la idea era demostrar que el nivel en el que estaba el quinteto es acorde con el de sus aspiraciones, a saber, obtener el primer título de su historia en la LPB y segundo para la entidad, tras el de Panteras de Lara en 1983.
Sin embargo, el rendimiento defensivo por debajo de las expectativas en el primero de la serie, esa suerte de “apagón” que incluyó 18 pérdidas de pelota y no conseguirle una solución al pick and roll y la sincronía en ataque que permitió a David Cubillán, Ricardo Powell y Josh Powell anotar 19 de 26 intentos de cancha para los locales, pareció colmar la paciencia de la junta directiva.
En el segundo juego, Yonaiker Ecker, primer asistente de Arrieta, se convirtió en el coach 19 en la historia y el más joven en dirigir (27 años, tres meses y tres días). Los crepusculares entraron al cuarto final con ocho puntos de ventaja, la llevaron hasta 11 (65-54) y luego volvieron a desplomarse en errores y costosas decisiones.
En la ruta hacia la gloria que significaría ser campeones nacionales este año, se ha encontrado Guaros con una encrucijada. Dar un giro con la contratación de un técnico que encaje en el perfil deseado para las metas propuestas y que pueda comandar a una plantilla de las características que tiene este grupo, no es cosa fácil y por eso a Ecker se le ha encomendado “aguantar el fuerte” por el momento.
Lavar la cara de lo ocurrido pasa por barrer este sábado 29 y domingo 30 a un rival mucho más accesible, Gaiteros del Zulia (6-14), en el incómodo y caluroso gimnasio Fenelón Díaz de Punto Fijo, casa circunstancial de los musicales pero en la que el pívot exNBA Al Thornton se ha desempeñado con creces hasta ahora.
En ese “cruce de caminos”, que también pasa por el retorno de piezas como Zach Graham, la posible llegada de otros foráneos y, antes que nada, definir quién será el coach para el tramo decisivo del torneo, el tiempo y la calidad en la toma de decisiones son factores fundamentales para el éxito.
El núcleo criollo ha estado en situaciones más difíciles y se ha crecido ante las circunstancias. Nate Robinson, Lazar Hayward y Andy Panko tienen la experiencia suficiente para hacer su parte. Engranar desde el compromiso, resolver los problemas en defensa y atacar como equipo son puntos de honor. Son horas para el análisis.
